El Estado holandés dejará de señalar en el documento de identidad el sexo de los ciudadanos, hasta ahora representados con "hombre", "mujer" o "X", porque lo considera "innecesario" e impide que los ciudadanos "moldeen su propia identidad con libertad".
La nueva medida, que se aplicará a partir de 2024, afecta a los documentos nacionales de identidad de los Países Bajos pero no a los pasaportes, donde se mantendrán por las regulaciones europeas.
En una carta enviada al Parlamento, la ministra de Educación y responsable de Emancipación, Ingrid Van Engelshoven, explicó que su plan de acción para "limitar el registro innecesario del sexo cuando sea posible" incluirá una guía para determinar cuándo solicitar y utilizar información sobre el sexo de una persona.
La guía también explicará cuándo el registro del "género y sexo es necesario e innecesario, y cuándo es posible omitir su registro"; contendrá, entre otras cuestiones, una "caja de herramientas" en línea con directrices, ejemplos y una "versión fácil" sobre cómo evaluar esta necesidad de conocer el sexo de un ciudadano.
Se aplicará a partir de 2024
La guía se elaborará junto a empresas, autoridades municipales y grupos de interés, mientras que el proceso de omisión del sexo de los ciudadanos comenzará en 2024, año en el que ya estaba prevista la modificación del diseño de las tarjetas de identidad, lo que permitirá ahorrar costes e incluir en el cambio esta nueva medida.
Un estudio encargado a la Universidad de Utrecht mostró que "las consecuencias prácticas de la omisión del sexo para las organizaciones que usan la tarjeta de identidad para verificar la identidad siguen siendo limitadas", aunque reconoce que tendrá que informar a la Policía, la gendarmería y a otros países de que la tarjeta de identidad holandesa ya no contiene el sexo.
La indicación de "hombre", "mujer" o "X" (para sexo neutral), se mantendrán en los pasaportes holandeses por exigencia del reglamento de la Unión Europea y por las directrices de datos obligatorios acordadas a nivel internacional, lo que permite "salvaguardar" la función del pasaporte como documento de viaje en todo el mundo.
Van Engelshoven subrayó la importancia de que "los ciudadanos puedan moldear su propia identidad y compartirla con total libertad y seguridad" y consideró que limitar el registro innecesario del sexo es un "paso importante" hacia este objetivo.
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