El Laboratorio de Farmacología y Toxicología (LPT), situado cerca de Hamburgo, en Alemania, se ha visto envuelto en un escándalo que ha llevado a pedir su cierre a las autoridades alemanas, tras saltar a la luz grabaciones en las que se ven cómo los animales están sometidos a condiciones miserables y se incumple la legislación europea que regula el trato en la experimentación con animales.En ellas, se pueden observar a monos atados de pies, manos y cuello a una silla, perros en jaulas llenas de heces y sangre, empleados zaraeando de forma brusca con palos a primates, que posteriormente aparecen angustiados dando vueltas en círculos en jaulas diminutas y gatos que también parecen maltratados.https://www.youtube.com/embed/5Yj-caWfTKkSoko Tierschutz, una ONG que promueve los derechos de los animales, afirma que el vídeo demuestra una "mezcla horrenda de sufrimiento y crueldad".El laboratorio afectado por el escándalo es uno de los más grandes de Alemania y se dedica a, entre otras funciones, realizar pruebas de toxicidad de productos farmacéuticos para medir dosis seguras de medicamentos para humanos.
La legislación alemana en materia animal, en entredicho
En julio, la Comisión Europea ya alertó de "numerosos fallos" en la legislación nacional alemana con respecto a la minimización del número de animales utilizados en los experimentos y pidió al país que "promulgue correctamente" las directivas en esta materia de la Unión Europea.
El uso de perros y monos, práctica habitual en investigación
Pese a que las legislaciones europeas e internacionales están regulando de forma más cuidadosa la utilización de animales en experimentos, todavía se usan de forma regular. Solo en Estados Unidos se usaron más de 60.000 perros y 70.000 monos en 2016.
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