La Policía belga cometió numerosos errores para impedir a tiempo que actuarán los terroristas detrás de los atentados de París y Bruselas, entre ellos, los hermanos Brahim y Salah Abdeslam, cuyos vínculos con otros terroristas sospechosos clave ignoró, según releva un informe confidencial del Comité P. de la Cámara de Representantes del Parlamento belga que investiga la actuación de las fuerzas de seguridad belgas, de 82 páginas, al que ha tenido acceso el 'Wall Street Journal'.
Ambos hermanos eran conocidos por la Policía, según recuerda el informe confidencial. Brahim, uno de los terroristas que se inmolaron en los atentados del 13 de noviembre de 2015 en París, estuvo implicado en 40 ofensas criminales desde los 15 años, incluido robos, posesión de armas y drogas, mientras que su hermano Salah, el único terrorista de los atentados de París que logró huir, cometió 12 delitos, incluido un allanamiento de un garaje, por el que fue encarcelado un mes y en el que fue detenido junto a Abdelhamid Abaaoud, un amigo de su barrio de Molenbeek y presunto cerebro de los atentados de París y fue abatido por la Policía francesa a las afueras de la capital gala.
El belga Abaaoud, que combatió con el Estado Islámico en Siria, ya estaba considerado como uno de los principales terroristas del grupo en Europa más buscados antes de los atentados de París --se cree que coordinó varios planes de ataque en Europa, incluido el ataque de mayo de 2014 contra el Museo Judío de Bruselas en el que murieron cuatro personas--.
La Policía belga recibió al menos dos pistas que vinculaban a los hermanos Abdeslam con Abaaoud. La primera alerta vino de una agente de la Policía antiterrorista belga de origen marroquí que estuvo en contacto con un vecino de su familia y alertó en julio de 2014 que ambos hermanos se estaban radicalizando, estaban en contacto con Abaaoud y planeaban algo "irreversible", según el informe, concluido en septiembre pero no publicado.
Otro agente antiterrorista de la Policía, al que se encargó seguir la pista, concluyó que al menos uno de los dos hermanos se había "radicalizado y quería ir a Siria porque su madre le quitó el pasaporte" pero no trasladó la información a otras unidades policiales porque no estaba seguro de qué hermano se trataba.
La segunda alerta sobre el presunto vínculo de los hermanos Abdeslam con Abaaoud se produjo en enero de 2015, poco después de la redada policial que permitió desarticular la célula terrorista de Verviers que planeaba un atentado y estaba coordinada por Abaaoud, al que ya se buscaba por entonces.
Según la información publicada por el rotativo estadounidense, un confidente le contó a la Policía que Salah -que fue detenido en marzo de 2016 en Bruselas y ha sido extraditado a Francia-- con el que había hablado personalmente, era amigo de Abaaoud y que ambos estuvieron en contacto en varias ocasiones recientemente y también que su hermano Brahim estaba de camino a Siria y Saleh estaba listo para seguirle pronto los pasos a Siria.
Brahim embarcó en un vuelo a Turquía dos días antes de que el confidente diera la información, según el informe del Comité P. La Policía local se percató de su regreso a Bélgica en febrero y fue incluido en la lista de terroristas sospechosos.
Aunque la Policía belga interrogó a ambos hermanos a la vuelta de Brahim de Turquía, no obtuvo pruebas de que contactaran con redes terroristas y cerró el expediente que les abrió a principios de 2015 al considerar que "no había más riesgo que la radicalización" y no contemplaron amenaza terrorista.
En el interrogatorio, Saleh reconoció ser amigo de Abaaoud aunque aseguró que no mantenían contacto desde hace tres años y que su amigo no apoyaba al Estado Islámico y le dejaron marchar, según el informe.
NO SE COMPROBARON LOS USB, ORDENADORES Y TELÉFONO
Otro de los grandes errores cometidos según el informe confidencial fue el hecho de que la Policía no examinó hasta después de los atentados de París los cuatro ordenadores incautados a los hermanos Abdeslam, un teléfono móvil, dos tarjetas Sim y cuatro UBS, incluido uno que la Policía encontró en el coche de Brahim cuando le detuvo a principios de 2015 por posesión de drogas. Brahim, que llevaba consigo un panfleto sobre "el consentimiento parental a la yihad", ya estaba en la lista de terroristas sospechosos entonces.
Ello les habría permitido comprobar sus contactos con personas con vínculos terroristas o radicales. Así, Brahim mantenía comunicaciones con Mohamed Abrini, conocido como el 'hombre del sombrero' y el único de los tres terroristas que no se inmoló en el aeropuerto de Bruselas el 22 de marzo de 2016 y que permanece detenido en Bélgica a la espera de juicio.
El informe del Comité P. atribuye el error de no comprobar sus dispositivos electrónicos a la falta de agentes policiales antiterroristas y la presión por otras prioridades de investigación, a pesar de que la Fiscalía Federal reclamó de forma repetida desde principios de 2015 prestar más atención al caso de los Abdeslam.
Aunque un juez belga archivó el expediente de los Abdeslam en junio de 2015, mantuvo sus nombres en una base de datos policial europea y reclamó mantener "un control discreto" y que se alertara a las autoridades belgas si cruzaba la frontera. Las autoridades belgas informaron dos horas tarde a la Policía francesa de que Salah estaba en la lista de sospechosos terroristas y le dejó huir a Bélgica después de detenerlo de forma momentánea tras los atentados de París.
Las autoridades belgas también ignoraron las alertas que recibieron sobre los movimientos de Salah en Europa -incluido en Austria, donde la Policía del país transalpino le sometió a un control en septiembre mientras viajaba desde Hungría con dos hombres en coche y que luego fueron identificados como dos de los autores de los atentados de Bruselas--.
El presidente turco, Tayip Erdogan, criticó a finales de marzo que Bélgica dejara escapar a uno de los autores suicidas de los atentados de Bruselas, Ibrahim El Bakraoui, tras ser deportado en junio del año pasado desde Turquía.
A finales de octubre, tres semanas antes de los atentados de París, el organismo belga que analiza la amenaza terrorista detectó que Salah había cambiado la foto de su perfil en Facebook y subió una foto suya en la que aparecía con la bandera del Estado Islámico. Aunque alertó a la Policía Federal, ésta no hizo nada con la información porque su caso había sido archivado.
El informe del Comité P. también pone de relieve que un país socio -no se desvela cuál_facilitó inteligencia en julio de 2015 que sugería que Abaaoud estaba regresando a Europa con decenas de combatientes extranjeros para organizar ataques en varias grandes ciudades, información que la Policía Federal sólo comunicó de forma oral a la Fiscalía y no la compartió con otras agencias.
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