Las elecciones parlamentarias polacas ha sumido el país en una campaña frenética en la que la inmigración ha sido el eje del discurso del partido del ultraconservador Ley y Justicia, Jarosław Kaczyński, actualmente en el poder, que ha arrojado esta temática contra la hoja de ruta del líder de la oposición al frente de la Plataforma Cívica y que fue expresidente del Consejo Europeo, Donald Tusk. Los sondeos a pie de urna este domingo daban la victoria a Tusk al no tener una mayoría suficiente el actual partido gobernante. Unos datos que entusiasmaron a los de Tusk, proclamando la victoria: "¡Polonia ha ganado! ¡La democracia ha ganado! ¡Les hemos echado del poder!".
Sin embargo, a pesar de que este lunes los sondeos hacían preveer un giro europeista, el escrutinio, cuyo resultado final no se sabrá hasta hoy por la noche o mañana martes por la mañana, daban la mayoría de los votos (un 41%) al partido Ley y Justicia con el 15% del recuento. Una ventaja más amplia de lo que se esperaba a estas horas. En segundo lugar, la Plataforma Cívica lleva recogidos el 25% de los votos mientras que la Tercera Vía logra apenas un 14%. Por otra parte, la Comisión Electoral suele acceder más temprano a los resultados remitidos desde las grandes ciudades, donde tradicionalmente la oposición cuenta con más apoyo, y los votos de las zonas rurales, donde el Gobierno tiene su principal feudo, se contabilizarán entrada la tarde.
Guerra de Ucrania y migración, temas en disonancia con la UE
La guerra en Ucrania ha caracterizado durante la campaña el largo enfrentamiento entre Kaczynski y Tusk, que ha adquirido viciosos niveles de hostilidad, entre acusaciones mutuas de traición a la patria. Sigue muy candente el tema de la comercialización del gran ucraniano a su paso por Polonia, ya que tanto este país Eslovaquia y Hungría se niegan a levantar las barreras comerciales de la Unión Europea al trigo de Ucrania. Ambos han usado a su enemigo común, Rusia, para acusar a su rival de debilitar el espíritu nacional a mayor fortuna del presidente ruso, Vladimir Putin.
A todo este panorama hay que añadir el referéndum de cuatro preguntas aprobado este pasado verano y que se ha hecho coincidir con las elecciones, y cuya cuarta cuestión deja a las claras la postura del Gobierno polaco sobre la migración: "¿Apoya la admisión de miles de migrantes ilegales de Oriente Próximo y África conforme al mecanismo de reubicación forzada impuesto por la burocracia europea?". La intención: movilizar el voto de la derecha.
El plebiscito, criticado por Plataforma Cívica como un ejemplo de distorsión, también pide opinión a la ciudadanía sobre la venta de activos nacionales a entidades extranjeras, el incremento de la edad de jubilación a los 67 años o la eliminación de la barrera fronteriza con Bielorrusia levantada como medida de protección frente al aliado de Putin durante la guerra.
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