Las principales cabeceras del mundo han respaldado la unidad de España en diferentes editoriales y artículos de opinión y han recordado que sin respeto a la legalidad es imposible acometer un proceso de consulta.
The Wall Street Journal
La Guerra de Secesión Española. (Consejo editorial)
“Los separatistas catalanes no representan una mayoría regional. Los separatistas en la próspera región
nororiental de España ganaron una votación ilegal con una baja participación y entre cargas policiales. Ahora
reclaman negociaciones para resolver la crisis que ellos mismos han creado. (...) El separatismo es una posición minoritaria en una región que ya goza de una considerable autonomía política, económica y cultural. (...)
El separatismo es una posición minoritaria en una región que ya goza de una considerable autonomía política, económica y cultural
Rajoy tiene la obligación de hacer cumplir la Constitución española, y los tribunales —no su Gobierno— determinaron que la votación que planteaban era ilegal. (...) La defensa de la Constitución de Rajoy protege los derechos de millones de residentes en Cataluña que quieren seguir formando parte de España. (...) Mientras tanto, los votantes catalanes que apoyan la unión con España deben asumir su responsabilidad. A pesar de adoptar un acuerdo con Madrid democráticamente hace más de una década, siguen eligiendo a políticos que abrazan fantasías separatistas. La democracia falsa ha metido en este atolladero a Cataluña, y será la verdadera democracia la que tenga que sacar a España de él”.
The Washington Post
Cataluña celebró un referendum. Rusia lo ganó (editorial)
Los únicos apoyos de los nacionalistas catalanes son una Escocia gobernada por separatistas, el gobierno paria de Venezuela y el aparato de inteligencia y propaganda de Rusia
“La fría respuesta de los líderes europeos a la petición de apoyo de Puigdemont debería haber entibiado sus
ambiciones. La Comisión Europea respaldó a Madrid cuando calificó la votación de ilegal y afirmó que una
Cataluña independiente no sería parte de la Unión.(...) Los únicos apoyos de los nacionalistas catalanes son una Escocia gobernada por separatistas, el gobierno paria de Venezuela y el aparato de inteligencia y propaganda de Rusia, que movilizó a sus plataformas mediáticas y usuarios falsos en las redes sociales en apoyo de los separatistas. Es evidente que Moscú considera el movimiento catalán como un vehículo más para dividir y debilitar al Occidente democrático”.
Financial Times
Los separatistas catalanes deben alejarse del precipicio (editorial)
El presidente catalán, Carles Puigdemont, se equivocó al afirmar el domingo que la votación había dado a su región el derecho a proclamarse un estado independiente. Ni mucho menos. (...) más de la mitad del electorado no votó
“Lo primordial es el diálogo, y no una declaración de independencia. Los líderes separatistas catalanes dicen que podrían declarar la independencia en los próximos días. Sería un acto irresponsable desprovisto de validez legal y legitimidad política, y se toparía con la fría respuesta de los aliados europeos y estadounidenses de España. Lo verdaderamente necesario es que el gobierno central español y los líderes regionales de Cataluña se pongan en contacto para calmar las tensiones. El presidente catalán, Carles Puigdemont, se equivocó al afirmar el domingo que la votación había dado a su región el derecho a proclamarse un estado independiente. Ni mucho menos. (...) más de la mitad del electorado no votó. Dada la baja participación, y dada la ilegalidad indiscutible de la votación bajo la constitución de España, no hay ninguna justificación para una declaración de independencia”.
Politico
El “referéndum amañado” de Cataluña deja a España en un punto muerto tóxico (artículo de Tunku
Varadarajan)
En medio de escenas de tumulto y de una actuación policial comprensiblemente contundente, que rápidamente se convirtió en propaganda separatistas en el País de las Maravillas de Twitter, su gobierno celebró su referéndum fraudulento
“El presidente del gobierno autonómico regional de Cataluña terminó el día como siempre fue su intención,
descargando montañas de desprecio sobre el estado español. En medio de escenas de tumulto y de una actuación policial comprensiblemente contundente, que rápidamente se convirtió en propaganda separatistas en el País de las Maravillas de Twitter, su gobierno celebró su referéndum fraudulento. (...) Fue un referéndum amañado. (...) A nadie debería sorprenderle lo que ocurrió en Cataluña el 1 de octubre. Las barricadas en los colegios electorales eran parte de la puesta en escena política de los separatistas catalanes, un attrezzo esencial para el teatro que se iba a representar a continuación. (...) Mientras tanto, la democracia española debe seguir siendo tal y como es: firme, justa, constitucional... y española”.
The New York Times
Caos en Cataluña. Editorial
Barcelona tiene las imágenes de televisión y la solidaridad y simpatía que generan, dejando al primer ministro como un matón intransigente
"La brutalidad de la policía española el domingo en su misión de tumbar el referéndum de la secesión catalana logró en su mayoría profundizar la crisis política. El primer ministro Mariano Rajoy tenía la ley en gran parte a su favor, pero ahora Barcelona tiene las imágenes de televisión y la solidaridad y simpatía que generan, dejando al primer ministro como un matón intransigente y haciendo más remota cualquier resolución política del conflicto"
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