La chispa que prendió la mecha de unas protestas con tintes mayores entre el pueblo chino fue el incendio ocurrido en un edificio residencial de Urumqi el jueves por la tarde. El Gobierno de Xi Xinping lleva enfrentándose las últimas semanas a protestas civiles por el hartazgo y las consecuencias de la política de 'covid cero' reimplantada en el gigante asiático, como lo ocurrido en la planta de Foxconn, pero lo que está ocurriendo en las últimas 48 horas es algo inaudito. Algunos analistas apuntan, de hecho, que es el momento más delicado desde la imagen del 'hombre tanque' en Tiananmen.
La indignación por la muerte de al menos 10 personas en un edificio en la ciudad de Urumqi ha ido creciendo por momentos, desatando las manifestaciones desde el oeste al este de China, pese a que las autoridades chinas se han apresurado a negarlo: desde la región de Xianjiang (donde fue el incendio, y prevalece un porcentaje de otras etnias minoritarias como la Uigur) hasta Pekín, Nanguang y Shanghái.
En esta última ciudad miles de personas salieron a protestar este sábado en contra de las restricciones por el Covid y el mandado de Xi Xinping en la avenida Urumqi Middle Road, en homenaje a lo ocurrido en la homónima ciudad. Cientos de estudiantes universitarios encendieron velas para llorar a los fallecidos y han levantado hojas de papel en blanco, un símbolo usual en las protestas contra la censura.
Además, varios vídeos difundidos en redes sociales muestran como algunos habitantes de Shanghái están desafiando la estricta política contra el coronavirus, unos movimientos que algunos testigos entrevistados por CNN califican de "sin precedentes". En las imágenes se puede escuchar a diversos grupos de estudiantes coreando consignas como "¡Renuncia, Xi Jinping! ¡Retírate, Partido Comunista!". "¡No quiero la prueba de Covid, quiero libertad!" y "¡no quiero dictadura, quiero democracia!", han añadido.
Por su parte, la capital también ha sido testigo de protestas en las que los agentes de seguridad han tratado de tapar las pancartas haciendo uso de chaquetas y tapando los eslóganes con pintura negra. Por otro lado, en la ciudad oriental de Nanjing se han concentrado decenas de estudiantes de la Universidad de Comunicación para conmemorar a los fallecidos sosteniendo hojas en blanco en referencia a la censura china.
Incendio de Urumqi, el origen
La fatídica muerte de 10 personas se ha convertido en un icono que encarna el enfado general y que ha unido al pueblo chino, reuniendo distintas razas con una fuerte presencia entre la clase universitaria. Las víctimas fallecieron por el efecto de las llamas porque los servicios de extinción de incendios se retrasaron por las medidas de Covid impuestas y justificaron lo ocurrido achacándolo al bloqueo de los acceso de coches en la puerta. Las autoridades también pusieron en duda la agilidad de los residentes atrapados de no ponerse a salvo. El edificio sufría un régimen de confinamiento.
Las protestas se producen en un momento de crisis sanitaria: las cifras de nuevos contagios de la covid batieron su récord por cuarto día consecutivo después de que la Comisión Nacional de Sanidad informase este domingo de 39.791 casos detectados en la víspera, aunque 36.082 (un 90,7% del total) son asintomáticos, según los estándares de la institución.
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