La crisis desatada en La Franja de Gaza a raíz de los ataques de Hamás —junto a otros grupos terroristas— en Israel el pasado 7 de octubre en los que fueron secuestradas más de 200 personas en el festival de música de Reim y otras 1.200 murieron, está desplazando su foco hacia el vecino país del Líbano.
Desde el Líbano, el grupo terrorista Hezbolá ha lanzado misiles repetidamente para atacar a las fuerzas de Israel, por lo que la tensión entre ambos países se ha intensificado, aunque la escalada ha alcanzado un nuevo nivel esta semana con la explosión de los buscas de varios integrantes del grupo terrorista chií Hezbolá, tanto en el Líbano como en Irán, el pasado martes 17 de septiembre.
Aunque no ha sido reconocido oficialmente, todo apunta a que han sido los servicios de inteligencia de Israel los que habían manipulado los dispositivos y les han habían incorporado una carga explosiva de entre 27 y 58 gramos de explosivos junto a la batería.
Los estallidos tuvieron lugar de forma simultánea en Beirut (capital del Líbano) al recibir unos segundos antes un mensaje a través de sus buscas. Al día siguiente se repitió la misma operación, pero en esta ocasión con la explosión de los 'walkie-talkies' y las radios. Los hospitales quedaron colapsados; los edificios y automóviles, parcialmente destruidos y las comunicaciones cortadas en los suburbios del sur de Beirut, una zona conocida como el bastión de Hezbolá.
Los terroristas chiíes habían reemplazado sus móviles por 'buscas' por miedo a tener las comunicaciones interceptadas por los servicios de inteligencia de Israel, ya que estos aparatos casi obsoletos tienen un funcionamiento que complica el rastreo de mensajes.
Además, este sábado, en Beirut ha tenido lugar un "bombardeo selectivo" en el han fallecido 31 personas, entre las que se encuentran varios altos mandos de Hezbolá, como los comandantes Ahmed Mahdmud Wehbe e Ibrahim Akil, principales objetivos del ataque israelí.
Además, otras 68 personas han resultado heridas en los bombardeos, entre las que se incluyen tres niños, según han informado las autoridades del Líbano.
El líder y Secretario general de Hezbolá, Hassan Nasrallah, ha calificado los sucedido como "puro terrorismo", "masacre", según dijo en un discurso ante miembros del grupo paramilitar: "Son crímenes de guerra o, al menos, una declaración de guerra", añadió.
Israel seguirá bombardeando Líbano
De acuerdo con el portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Daniel Hagari, el comandante Ibrahim Akil y la unidad atacada, la de Radwan, tenían planeado atacar y ocupar el norte del país para "matar inocentes", por lo que su ejército iba a seguir atacando objetivos de Hezbolá en el Líbano, tal y como comunicó a través de X —la antigua Twitter—.
Akil era uno de los miembros más importantes del grupo paramilitar chií. Se incorporó en los inicios de Hezbolá y ha actuado de jefe de operaciones desde 2004. Se piensa que ha estado implicado en varias de las principales actuaciones de la organización, entre ellas el atentado suicida contra los cuarteles de la Fuerza Multinacional de las Naciones Unidas (ONU) en Líbano en octubre de 1983.
Hezbolá ha afirmado que responderá a los ataques de este martes y miércoles. Si deciden reprender contra ellos, podría suponer una nueva escalada del conflicto en donde Estados Unidos entraría en juego como uno de los principales aliados del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu. Por otro lado, en el caso de que Israel quiera entrar en el sur del Líbano, ha de tener en cuenta que el grupo chií ha construido múltiples túneles subterráneos y se conoce perfectamente el terreno.
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