La carrera para convertirse en el próximo presidente de Estados Unidos se está haciendo larga. Lejos de haber obtenido un resultado rápido y claro, que habría sido mucho más sencillo, el recuento se ha convertido en el más ajustado de las últimas décadas.
Durante la madrugada de este jueves el conteo de votos prosigue y estados clave permanecen en disputa en una espera marcada por las llamadas a "contar el último voto" por parte del candidato demócrata, Joe Biden, que se aproxima a la victoria, y las demandas de Donald Trump para detener el recuento en tres estados.
Quedan aún cinco estados decisivos por hacer públicos sus resultados, en concreto los territorios de Arizona, Carolina del Norte, Georgia, Nevada y Pensilvania.
En concreto, el Partido Demócrata lidera el escrutinio en Nevada y en Arizona, mientras que el aún presidente estadounidense toma la ventaja en los otros tres.
Sin embargo, no hay nada dicho, ya continúa el recuento de los votos por correo -el voto anticipado-, contra el que se ha manifestado Trump, que está provocando que Biden adelante poco a poco al republicano en estados que el magnate consideraba ya ganados.
Concretamente, en estos territorios se dan dos escenarios, según se ha ido conociendo las semanas previas, el voto anticipado ha sido más utilizado por demócratas. Biden pidió que se empleara este sistema porque, además, era preferible evitar las largas colas en los colegios electorales el martes 3 de noviembre.
En los territorios pendientes se reparten un total de 68 votos pero si el demócrata ganase en Pensilvania, sería suficiente para ganar las elecciones
En ese sentido, Trump abogó por depositar el voto en las urnas el mismo 3-N, pidiendo a los votantes que así lo hicieran. Uno de los motivos por los que el magnate exige no tener en cuenta votos que no se hayan emitido la pasada jornada electoral y que cese ya el recuento.
En el caso de Trump, pese a que todo apuntaba este martes a que Biden se haría con Arizona -con apenas diferencia-, lo cierto es que el republicano está acortando esa ventaja, según el medio afín al presidente, 'Fox News'.
Biden 253 - Trump 214
El último dato de escrutinio, el candidato demócrata a la Presidencia de Estados Unidos tiene un total de 253 votos electorales de los 270 necesarios, mientras que el republicano cuenta con 214.
En los territorios pendientes se reparten un total de 68 votos pero si el demócrata ganase en Pensilvania, sería suficiente para lograr la mayoría simple necesaria -mitad más uno de los 538 votos electorales totales- y ganaría las elecciones presidenciales de 2020 con 273 respaldos.
En el caso de Trump, para que el republicano lograse ser reelegido y ser el inquilino de la Casa Blanca durante otros cuatro años, debería hacerse con al menos cuatro de los cinco estados pendientes de recuento.
En concreto, en Pensilvania se disputan 20 votos; en Arizona, 11; en Carolina del Norte, 15; en Georgia; y en Nevada, 6.
Sin embargo, lejos de ser unos comicios tranquilos, la jornada electoral ha estado marcada por abruptas manifestaciones por parte del aún presidente, con dudas y desconfianza en el sistema electoral y con amenazas de recurrir ante el Tribunal Supremo los resultados.
"Fraude" y "vergüenza"
Pasadas las dos de la madrugada, cuando aún quedaban numerosos estados por conocer y cuando Biden sobrepasaba a Trump en votos, el republicano se autoproclamó vencedor de las elecciones, tachando el sistema de "fraude" y "vergüenza".
Pidió que no se tuviesen en cuenta los votos desde ese momento y que no se admitiesen los votos anticipados aunque, como ha dictaminado el sistema, se aceptarán siempre que lleven matasellos del día electoral.
De hecho, después de proclamar su victoria, el magnate ha dedicado sus intervenciones vía Twitter a señalar "fraude", acusando a los demócratas de hacer desaparecer "mágicamente" su ventaja.
How come every time they count Mail-In ballot dumps they are so devastating in their percentage and power of destruction?
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) November 4, 2020
Por ello, los abogados han sido otro actor protagonista de esta fecha histórica, y parece que lo seguirán siendo. Este miércoles ha estado marcado por la acción de los abogados del equipo de Trump, que han presentado demandas intentando parar el conteo por presuntas irregularidades en Pensilvania, Michigan y Georgia.
La campaña de Trump planea poner demandas para parar el recuento en Georgia, un condado de mayoría demócrata, porque, dicen, un operario mezcló las papeletas emitidas por correo sin procesar con algunas ya procesadas.
¿Y si Trump recurre?
Los resultados ajustados en algunos estados, como ocurrió en 2000 en Florida, y las declaraciones de Trump poniendo en tela de juicio el voto por correo y tildando el proceso de "fraude", apuntan a que el republicano emprenda una batalla legal para impugnar el resultado que arrojen las urnas que se prolongue durante semanas o incluso meses.
En este caso, tal y como detalla Europa Press, el problema radica en que la Constitución estadounidense estipula claramente que el mandato del presidente arranca el 20 de enero de 2021. Pero para que esto sea posible, hay que cumplir con una serie de pasos previos.
Aunque la legislación parezca tener cualquier escenario posible en cuenta, no había contado con un actor impredecible: Donald Trump
Según la legislación, los estados tienen que haber dirimido cualquier eventual controversia o problema con el resultado antes del 8 de diciembre ya que el Colegio Electoral se reunirá el 14 de diciembre -en realidad lo hacen los compromisarios en cada estado- para emitir su voto. ¿Qué ocurriría si aún hubiera algún litigio pendiente en algún estado?
Ya en el pasado, se han dado casos en los que un estado ha enviado dos votos diferentes para que sean contados en la sesión conjunta del Congreso el 6 de enero. En general, esto sucede cuando el legislativo estatal está dominado por un partido y el gobernador pertenece al otro.
Trump, actor impredecible
Para evitar esta dicotomía, existe una ley que prevé que si la Cámara de Representantes y el Senado no se pueden poner de acuerdo respecto a qué voto es el legítimo, entonces el que prevalecerá será el remitido por el gobernador.
Así pues, de producirse una situación como la descrita y haber emitido todos los votos los distintos estados, el 6 de enero se procedería al recuento de los mismos, con el anuncio oficial del ganador por parte del vicepresidente, Mike Pence, en su calidad de presidente del Senado.
Sin embargo, aunque la legislación parezca tener cualquier escenario posible en cuenta, no había contado, hasta el momento, con un actor impredecible: Donald Trump.
La probabilidad de que el mandatario no acepte públicamente su derrota y se niegue a pasar el testigo a Biden sumiría a Estados Unidos en un territorio intransitado, de incertidumbre y absolutamente desconocido.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación