La estación de Westminster del metro de Londres, próxima al Parlamento británico, reabrió hoy a primera hora de la tarde una vez se levantó la alerta de seguridad tras un atropello que se investiga como un presunto acto terrorista.
El cierre de la céntrica estación fue dispuesto después de que un hombre de cerca de treinta años, que ha sido detenido, arrolló con un automóvil a varios ciclistas y peatones antes de chocar contra las barreras de seguridad del Parlamento.
"La estación de Westminster está abierta de nuevo y los trenes vuelven a parar allí", informó Scotland Yard, que confirmó también que han quitado todos los cordones policiales en la zona de Whitehall, el área donde están los principales ministerios británicos.
Varios testigos dijeron a Efe que el atropello parecía intencionado, ya que el vehículo "iba a toda velocidad" contra las barreras.
"A mí me pareció que lo hizo intencionadamente porque el coche viró de forma extraña y se dirigió hacia la barrera (que protege el Parlamento) a toda velocidad", dijo Jane Hanley a Efe.
El edificio parlamentario está rodeado por unas barreras de acero y hormigón después del atentado perpetrado en marzo de 2017 en la misma zona, que dejó cinco muertos.
"Después de todos los atentados del año pasado, cuando uno viene a Londres le toca estar alerta, pero nunca piensas que vaya a ser algo que te vaya a suceder a ti. La verdad es que es una pena, porque ahora nuestras vacaciones han quedado ligeramente empañadas", señaló a Efe el mexicano Jorge González, de viaje por Europa con su esposa.
"Lo positivo dentro de todo esto es que no ha habido víctimas mortales. Ahora lo que hay que hacer es volver a la normalidad, reforzar los controles de seguridad y seguir con la vida. Por nuestra parte no cambia nada: vamos a seguir haciendo turismo por la ciudad sin preocuparnos en exceso", añadió.
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