Internacional

El nuevo presidente iraní se estrena con veinte ejecuciones de prisioneros en 9 días y ordena poner en aislamiento a otros dieciséis

La resistencia iraní pide una vez más que todos los defensores de los derechos humanos adopten medidas inmediatas para salvar las vidas de los presos condenados

Según datos recogidos por Derechos Humanos de Irán, al menos 300 personas han sido ejecutadas en Irán en los siete primeros meses de 2024. Se trata de un descenso del 30% en comparación con el mismo periodo de 2023, cuando fueron ejecutadas al menos 430 personas. Este descenso puede atribuirse a las elecciones parlamentarias y presidenciales y a la muerte del presidente Raisi.

En concreto, en estos 9 días, se han ejecutado a 20 prisioneros, se han trasladado a otros 16 al régimen de aislamiento en Ghezel Hesar para su ejecución.

Según fuentes iraníes, "el domingo 4 de agosto, los verdugos de Jamenei ahorcaron a dos prisioneros llamados Aref y Masoud en Teherán y Bushehr. El 3 de agosto, ahorcaron a cuatro prisioneros: Hossein Salehi y Morteza Seifzadeh en Tabriz, y Malek Ashtar y Ahmad Reza Tooni en Khorramabad".

"El jueves 1 de agosto, Hamed Parseh y Zabih Saeedi fueron ejecutados en Khorramabad. El miércoles 31 de julio, cinco prisioneros fueron ejecutados: Kazem Fathi en Isfahán, Fazl Ahmad Fatehniya en Zahedan, Ramazan Gholamian y Mousa Najjar en Mashhad, y Heshmat Moradian en Yasuj.El 29 y 30 de julio, dos compatriotas baluchis llamados Nabi Bakhsh Malazehi y Mahim Jangi Zehi fueron ahorcados en Minab. El 28 de julio, Mohammad Javad Takalou fue ejecutado en Baft, y el 27 de julio, cuatro prisioneros, entre ellos una mujer, fueron ahorcados en la Prisión Central de Khorramabad. Así, en tres días (27 de julio, 1 y 3 de agosto), ocho personas fueron ahorcadas en la Prisión Central de Khorramabad, y en nueve días, del 27 de julio al 4 de agosto, 20 prisioneros fueron ejecutados por los verdugos de Jamenei", han explicado.

Además, este último domingo 4 de agosto, un total de 16 condenados a muerte en la prisión de Ghezel Hesar en Karaj fueron trasladados a régimen de aislamiento para su ejecución.

Presidencia de Masoud Pezeshkian, marcada por la crueldad y la brutalidad

Este nivel de crueldad y brutalidad al comienzo de la presidencia de Masoud Pezeshkian muestra que, ya sea bajo Rouhani, Raisi o Pezeshkian, este régimen no puede sobrevivir sin asesinatos y ejecuciones, y la máquina de terror y represión de Jamenei no puede detenerse por miedo a los levantamientos.

La Resistencia iraní pide una vez más al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, al Relator Especial sobre la situación de los derechos humanos en Irán y a todos los defensores de los derechos humanos que adopten medidas inmediatas para salvar las vidas de los presos condenados a muerte y pide que se remita el caso de las violaciones de los derechos humanos en Irán al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Jamenei y otros líderes de este régimen deben ser llevados ante la justicia por cuatro décadas de crímenes contra la humanidad y genocidio.

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