Las autoridades sanitarias de Reino Unido han confirmado este miércoles, por segundo día consecutivo, más de 50.000 nuevos casos de coronavirus, en el marco de un repunte de contagios que ha llevado a las autoridades a ampliar el alcance de las restricciones en Inglaterra.
Reino Unido acumula desde el inicio de la pandemia 2.432.888 casos, según un nuevo balance que incluye 50.023 positivos adicionales. El martes, el país registró más de 53.000 casos en un solo día, un dato sin precedentes.
Al menos 72.548 enfermos han perdido la vida víctimas de la covid-19, 981 más que la víspera, mientras que la cifra de pacientes ingresados en hospitales en los últimos siete días ronda los 15.000.
Repunte por el retraso de las notificaciones
Las autoridades atribuyen el repunte de estos días al retraso de las notificaciones correspondientes a las fiestas de Navidad, pero también asumen que se están notando los efectos de la nueva variante detectada este mes, supuestamente más contagiosa.
El primer ministro, Boris Johnson, ha admitido que el 60 por ciento de los nuevos casos podrían corresponder a esta variante, que se estaría expandiendo especialmente por Inglaterra. En este territorio, la cifra de hospitalizados ya supera el pico de abril, en plena primera ola.
Ante estas circunstancias, el Gobierno ha optado por ampliar a partir de medianoche las áreas inglesas donde se aplicarán las mayores restricciones. Así, alrededor de tres de cada cuatro personas vivirán en zonas donde deberán cerrar los comercios no esenciales o donde solo se autorizarán las reuniones al aire libre con los convivientes o con una única persona ajena al domicilio.
Endurecimiento de las medidas
El endurecimiento de estas medidas ha coincidido con el visto bueno de la Agencia Reguladora de Medicinas y Productos Sanitarios (MHRA) a la vacuna contra el coronavirus desarrollada por la Universidad de Oxford y la farmacéutica AstraZeneca, que será la segunda en aplicarse tras la de Pfizer y BioNTech.
Johnson ha destacado que "verdaderamente es una noticia fantástica", antes de agregar que "es un triunfo para la ciencia británica". "Ahora avanzaremos para vacunar al mayor número de gente lo más rápido que sea posible", ha añadido el 'premier' británico.
El Gobierno central, sin embargo, ha llamado a no bajar la guardia, al igual que ha hecho este miércoles la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, que ha considerado la aprobación de la nueva vacuna una noticia "extremadamente buena" pero al mismo tiempo ha alertado de la "gravedad de la situación" epidemiológica.
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