Reino Unido y Japón empiezan este martes las conversaciones para alcanzar un acuerdo comercial de cara a la desconexión de Londres de la Unión Europea (UE) a finales de año, cuando terminará el actual periodo de transición.
Reino Unido, que salió oficialmente de la UE el pasado 31 de enero, negocia con el bloque europeo su futura relación comercial, pero, al estar fuera del club comunitario, puede mantener conversaciones comerciales con terceros países.
Según indicaron este martes fuentes oficiales, los contactos entre Londres y Tokio tienen como objetivo reemplazar el actual acuerdo que tiene el Reino Unido con Japón a través de la UE.
No obstante, sin un nuevo acuerdo para el comienzo de 2021, los dos países empezarán a comerciar en virtud de los términos que establece la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Las conversaciones de hoy se celebrarán de manera telemática entre la ministra británica de Comercio Internacional, Liz Truss, y el ministro japonés de Asuntos Exteriores, Toshimitsu Motegi.
Acuerdo de libre comercio
"Tenemos como objetivo alcanzar un acuerdo de libre comercio completo que vaya más allá del acuerdo previamente alcanzado con la UE", señaló Truss en un comunicado.
"Este acuerdo -agregó- dará más oportunidades a los negocios y las personas de cada región y nación del Reino Unido y ayudará a impulsar nuestras economías después de que el coronavirus supusiera unos desafíos económicos sin precedentes".
De acuerdo con los últimos datos oficiales, el comercio entre el Reino Unido y Japón llegó el año pasado a 31.400 millones de libras (unos 35.796 millones de euros).
Londres y Bruselas terminaron el viernes, sin aparentes avances, la cuarta ronda de conversaciones para sellar un acuerdo comercial que pueda regir la futura relación entre el Reino Unido y la UE.
Esos contactos fueron los últimos antes de un encuentro de alto nivel para valorar si hay progresos para conseguir un pacto entre Londres y Bruselas antes de que termine 2020.
El Reino Unido tiene hasta finales de mes para solicitar una extensión del periodo de transición, si bien el Gobierno de Boris Johnson se muestra contrario a esa posibilidad.