La diputada británica asesinada a tiros este jueves era una de las figuras más prometedoras del Partido Laborista. A sus casi 42 años, Jo Cox había entrado en la Cámara de los Comunes como parlamentaria en las elecciones de 2015 por la circunscripción de Batley y Spen. Nació en 1974 en Batley, en el condado de West Yorkshire (norte de Inglaterra), en el seno de una familia de clase trabajadora. Tras graduarse en la Universidad de Cambridge, -la primera en la familia- Cox inició su andadura en la política como asistente de la diputada Joan Walley, a quien asesoraba en asuntos proeuropeos.
Le interesaban especialmente las políticas sociales, la asistencia social y el papel de la mujer en la política. Trabajó como asesora de varias personalidades vinculadas al Laborismo como Sarah Brown -la esposa del exprimer ministro Gordon Brown- y la baronesa Kinnock, para la Fundación de Bill y Melinda Gates y el grupo organizador de campañas contra la esclavitud "The Freedom Fund".
Colaboró también con la Labour Women´s Network, para intentar, entre otras cosas, incrementar el número de mujeres parlamentarias. Además, era co-presidenta del grupo parlamentario de Amigos de Siria y participaba activamente en asuntos relacionados con Palestina y Pakistán. También había desempeñado el cargo de jefa de políticas de la organización humanitaria Oxfam, dedicada a combatir la extrema pobreza.
Comprometida y solidaria
En el año 2009 fue nominada por el Foro Económico Mundial como líder joven global, y tres años después fue galardonada con el premio Devex por su contribución al desarrollo internacional. "Era una diputada comprometida y solidaria. Mis pensamientos están con su marido Brendan y sus dos hijos pequeños", ha asegurado esta misma tarde el actual primer ministro británico, David Cameron. Actualmente la joven política estaba haciendo una campaña muy activa para la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea, de cara al referéndum del próximo día 23.
Actualmente la joven política estaba haciendo una campaña muy activa para la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea
Estaba casada con Brendan Cox, un ex alto ejecutivo de Save the Children, al que conoció cuando ambos trabajaban en el campo de la cooperación y la ayuda internacional. El esposo había sido asesor de Brown y lamentaba así la pérdida de su mujer con la que vivía en una casa-barco a orillas del Támesis: "Hoy es el comienzo de un nuevo capítulo en nuestras vidas. Más difícil, más doloroso, menos alegre y menos lleno de amor. Yo y los amigos y familiares de Jo vamos a dedicar cada momento de nuestras vidas a cuidar a nuestros hijos y a luchar contra el odio que la mató".
La joven política fue una de los 36 diputados del Partido Laborista que propusieron al actual líder, Jeremy Corbyn, como candidato en las elecciones a la dirección el pasado año. No obstante, Cox, que terminó dando su voto a Liz Kendall, reconocería tras las elecciones locales que se había "arrepentido" de haber apostado por el actual dirigente laborista.
La política laborista coescribió un artículo en el dominical británico The Observer junto con el diputado conservador Andrew Mitchell, en el que ambos argumentaban por qué las fuerzas militares británicas podrían ayudar a dar con una solución ética al conflicto sirio. Sobre este conflicto, Cox se abstuvo en la votación celebrada en la Cámara de los Comunes el pasado otoño cuando los diputados decidían sobre si ampliar la ofensiva militar de las fuerzas británicas en Siria para combatir al grupo yihadista Estado Islámico (EI).
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