Vladimir Franz, tatuado en un 90% de su cuerpo, es el tercer candidato más popular de cara a las elecciones presidenciales que se celebran este viernes día 11 en la República Checa. Este artista, compositor y profesor, de 53 años, es la sorpresa de los comicios.
"El sistema está desacreditado, es difícil verse reflejado en él y ha perdido la habilidad de crear nuevos discursos que interesen a las personas", declaraba el candidato. Pronto se sabrán si la campaña o su popularidad le dan resultado en las urnas.
Licenciado en Derecho, pintor, compositor es sin duda el candidato más llamativo en las elecciones. "Durante toda mi vida me he pronunciado mediante la expresión artística como compositor musical y como creador, sobre la evolución del mundo, de la sociedad, del hombre, del hombre en la naturaleza", explica este atípico candidato en una entrevista con Efe.
Una forma de relacionarse con el mundo que desde hace tiempo ya no le basta al dudar de "si es suficiente para los problemas de este mundo hablar sólo con el arte o entrar a participar como ciudadano". La respuesta a esa pregunta ha sido una candidatura a la jefatura del Estado que ha contado con el aval de 75.000 personas.
Lejos del aspecto feroz que le da su rostro tatuado, Franz defiende "una sociedad educada, culta y tolerante, que no reivindique sólo derechos, sino que se asuma deberes", entre ellos el de la responsabilidad. Una responsabilidad que incluye la de elegir buenos gobernantes que sirvan a la cosa pública. "Pero para ello hace falta formación jurídica y económica", añade.
"Se ha producido una alienación de la política, y los ciudadanos tienen la sensación de que no pueden alterar el funcionamiento del Estado. Se han perdido los ideales básicos, incluso el sentido de la vida", analiza. Sus críticas también van contra la Unión Europea y lo que considera su "administración hipertrófica".
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