Algún tipo de energía electromagnética podría estar detrás de los extraños síntomas causados por el conocido como "síndrome de La Habana" que han sufrido desde hace un lustro decenas de diplomáticos norteamericanos en varios países del mundo, concluyó este miércoles un grupo de expertos de Estados Unidos. Ese panel de expertos, creado por el Gobierno de Joe Biden, explicó en un informe publicado este miércoles que los síntomas del "síndrome de La Habana" no se explican solo por factores psicológicos, como estrés o reacciones psicosomáticas que acaban teniendo un impacto en el cuerpo. En concreto, los expertos consideraron que algún tipo de energía electromagnética, especialmente emitida en una radiofrecuencia concreta, puede ser una explicación "plausible" de los síntomas, aunque avisaron de que aún existen "vacíos" de información.
El panel de expertos, que incluía a científicos de dentro y fuera del Ejecutivo, fue creado bajo la autoridad de la oficina de la directora de Inteligencia Nacional y de la CIA. Su objetivo no ha sido determinar quién es responsable de los incidentes, sino explicar los mecanismos que podrían estar detrás de los daños que han sufrido los funcionarios estadounidenses. Para llevar a cabo su investigación, los expertos tuvieron acceso a más de mil documentos clasificados, incluido el historial médico de algunas de las víctimas.
Síntomas
Más de 200 diplomáticos y funcionarios estadounidenses destinados en diferentes países han padecido síntomas del "síndrome de La Habana", llamado así por ser en esa ciudad donde se detectaron por primera vez los extraños problemas de salud en 2016. Los afectados por esos incidentes, registrados en países como Cuba, China, Austria y Colombia, además de en Washington, padecieron síntomas similares a los de las lesiones cerebrales, con mareos, dolores de cabeza y falta de capacidad de concentración, que en algunos casos extremos les han forzado a retirarse.
Rusia no está detrás
En enero varios medios estadounidenses informaron de que la CIA había descartado que esos problemas sean el resultado de una campaña dirigida por un país enemigo, como por ejemplo Rusia, algo que creían muchos en Washington.
El origen y el responsable de estos misteriosos "ataques" aún se desconoce, aunque el Gobierno sigue investigándolo. Justo esta semana, el presidente norteamericano pidió a su equipo de Seguridad Nacional que identifique para finales de este mes a aquellos funcionarios que tienen más riesgo de sufrir esos síntomas. Además, encargó la coordinación de la respuesta de su Administración a Maher Bitar, que ejerce como director sénior de Programas de Inteligencia en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
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