El conflicto entre Israel y Palestina se remonta a principios del siglo XX, pero ahora, está tomando un cariz que alimenta la tensión y la necesidad de implicación de nuevos actores. Un hecho clave son los acontecimientos ocurridos durante las últimas semanas en relación a Irán. El panorama geopolítico ha vuelto a ser zarandeado y se han encendido todas las alarmas. También es habitual escuchar que el país realiza ensayos nucleares, como ha ocurrido los últimos días, aunque toda información al respecto son meras especulaciones por la dificultad de corroborarlo.
Como ocurrió el pasado mes de abril, el 1 de octubre Irán respondió a, en esta ocasión, la incursión de Israel en Líbano, con un lanzamiento de centenares de misiles. Esos misiles no provocaron víctimas mortales, tampoco lo hizo la consiguiente contestación de Israel. En la sociedad se instaló una duda: ¿Irán e Israel podrían entrar en un nuevo conflicto bélico? ¿Realmente a Irán le interesa entrar en guerra? ¿Hay riesgo real de la irrupción de armas nucleares?
Irán es una potencia media", es decir, tiene unas "capacidades militares considerables". Además, al ser un régimen autocrático, "facilita el hecho de movilizar a la sociedad" para ir a una guerra.
Tal y como explica Beatriz Gutiérrez López, profesora de Relaciones Internacionales en la Universidad Europea de Madrid y doctorada especializada en el conflicto palestino, "Irán es una potencia media", es decir, tiene unas "capacidades militares considerables". Además, cuenta con "unas capacidades de inteligencia importantes" y al tratarse de un régimen autocrático, "facilita el hecho de movilizar a la sociedad al contrario que casos como Francia o Israel". En los países democráticos, si la sociedad dice "no voy a la guerra", el gobierno no va a la guerra.
Irán e Israel: ¿interesados en entrar en guerra?
Por otra parte, en el caso de Irán, a quien tiene enfrente es Israel, que tiene a "uno de los ejércitos mejor preparados". "En términos humanos, es muy grande por el sistema de reservas que tiene, pero sobre todo tiene un potencial tecnológico brutal", explica Gutiérrez.
Así, en este caso, ante una falta de recursos humanos o barreras a la hora de movilizar un ejército de reservistas, "complicado desde el punto de vista económico porque deben dejar su empleo", en muchos casos "lo suplen con tecnología, tecnología armamentística, tecnología aérea, cúpula de hierro…".
Aquí reside uno de los puntos clave a la hora de destacar el ejército de Israel, el avance en sus sistemas de inteligencia. "Si tienes un sistema de defensas que funciona con un radar y el radar activa la interceptación, no necesitas tener ahí a media docena de soldados para darle al botón o interceptar un cohete que pueda entrar en el espacio aéreo", dice.
En los últimos años, Israel ha desarrollado estas capacidades y, a la luz de lo que ha pasado más allá de la Franja de Gaza, que es "una contrainsurgencia clásica", las operaciones que está llevando en el Líbano, apunta a que "desde la guerra del Líbano en 2006, Israel ha estado preparándose para este tipo de frentes en el cual ya se considera la variable de Irán". Primero la explosión de los 'buscas' y luego los ataques quirúrgicos que está llevando en el Líbano o el asesinato del líder de Hizbulá, Hasán Nasrala, muestran que "Israel ha reforzado sus labores de inteligencia y los ataques de precisión".
Todo apunta a que desde 2006, que el conflicto quedó en tablas, y para Israel eso es "una derrota", se han estado "preparando para enfrentarse al norte, principalmente a Hezbolá".
De esta manera, un país puede liberar soldados si destruye a través de medios de inteligencia y reconocimiento o "las principales posiciones lanzaderas, almacenes de armas y de munición de Hezbolá con misiles de alta precisión". "No necesita a 5.000 soldados que destruyan todo a mano y quedan liberados para hacer cualquier otra cosa", añade la experta.
Lanzamientos de misiles "muy bien medidos"
Todo apunta a que desde 2006, que el conflicto quedó en tablas, y para Israel eso es "una derrota", se han estado "preparando para enfrentarse al norte, principalmente a Hezbolá. Para tener garantías de actuar sin tener grandes bajas humanas", añade Gutiérrez, para explicar por qué Irán es el principal interesado en no entrar en guerra.
Los lanzamientos de misiles de Irán "estaban muy bien medidos en tanto en cuanto fuesen muy vistosos, pero no superarse los sistemas de defensa antiaéreo de Israel". "Irán, después de todos los años de confrontación, saben a partir de qué nivel se superarían los niveles de defensa. La respuesta de Irsral fue mediante "ataques quirúrgicos en diferentes infraestructuras".
Este mismo miércoles, el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, corroboró esta hipótesis, ya que aseguró que la respuesta hebrea al ataque masivo de Irán será un ataque "potente, preciso y, sobre todo, sorprendente". "No entenderán qué ha pasado y cómo ha sucedido", dijo Gallant. Aunque el titular de Defensa defendió que el ataque iraní fue "agresivo" pero no preciso, el bombardeo de la república islámica dejó solo un muerto, a pesar de su dimensión, y se trató de un palestino en la ciudad cisjordana de Jericó, al cual aplastaron los restos de la intercepción de uno de los misiles.
La doctora en Relaciones Internacionales afirma que "la única esperanza que queda" es que Irán e Israel mantengan "ese patrón de conducta".
Las hostilidades entre la república islámica y el Estado hebreo se enmarcan en los últimos días en la campaña de bombardeos y operaciones terrestres de Israel en Líbano -en el sur, este y Beirut, la primera, y solo en el sur, las segundas.
La doctora afirma que "la única esperanza que queda" es que Irán e Israel mantengan "ese patrón de conducta": "El conflicto no tiene por qué escalar, aunque puede haber intercambios de fuego o determinados tipos de ataques". Desde luego, señala, una confrontación frontal entre estos dos países no parece que, a priori, tuviese nada que ver con el caso de Gaza y Líbano porque "son dos estados" y, en ese supuesto, "comunidad internacional podría tomar algún tipo de decisión, sería un escenario totalmente diferente". "Ni a Israel ni Irán tienen interés directo en ello", asevera.
¿Riesgo nuclear?
Respecto al riesgo nuclear, planteado durante las últimas semanas -también ocurrió con Rusia tras su invasión a Ucrania-, entra en juego el Tratado de no proliferación nuclear, que entró en vigor el 5 de marzo de 1970 y que restringe la posesión de armas nucleares para impedir la proliferación de armas de destrucción masiva. Lo integra la gran mayoría de los Estados soberanos.
Entonces, solo se les permitió la posesión de armas nucleares a cinco estados "nuclearmente armados": EEUU, Reino Unido, Francia, Unión Soviética (sustituida por Rusia y China. Estos eran los únicos que habían detonado un ensayo nuclear antes de 1967 y miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Los únicos países que no han firmado este tratado son India, Israel, Pakistán y Sudán del Sur y, en 2003, se retiró Corea del Norte.
"El pacto de no proliferación se ha quedado obsoleto porque han aparecido nuevos estados en escena que han reclamado su derecho a desarrollar armas porque ellos no tenían pero muchos estados regionales sí. Como es el caso de Israel o Pakistán, que tampoco ha reconocido que tenga armas nucleares pero es un secreto a voces", explica la experta.
No se sabe si Irán ha logrado enriquecer uranio como para fabricar un arma atómica, pero hasta que alcanzase operatividad nuclear, aún le queda mucho camino por recorrer".
Además, a día de hoy, hay distintos actores, incluyendo EEUU e Irán que se salieron del pacto de Acción Integral Conjunto, sobre el programa nuclear del segundo, aunque a finales de septiembre, aseguró estar preparado para volver a negociar en este aspecto.
Irán siempre será visto como un problema para la comunidad internacional porque "está desarrollando un programa nuclear del que no se sabe el fin, que siembra dudas de que se esté realizando con fines pacíficos".
"El riesgo, no necesariamente desde Irán"
Por lo tanto, sobre si existe o no riesgo nuclear, la doctora asegura que lo habrá "siempre mientras sigan existiendo armas nucleares en el mundo y haya estados que quieran obtener el arma atómica". "Si hay una escalada, como la que ocurrió en 2020 en Ucrania y Rusia, ese riesgo va a existir".
"En ese caso, es mucho más importante que el que existe con Irán, porque aunque está desarrollando un programa nuclear, no se sabe si ha logrado enriquecer uranio como para fabricar un arma atómica, pero hasta que Irán alcanzase operatividad nuclear, aún le queda mucho camino por recorrer y llegar a con lo que muchos estados ya cuentan", continúa la experta para concluir: "El riesgo existe pero no necesariamente viene desde Irán".
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