Cuando se cumple un año del inicio de la Guerra en Ucrania, el presidente ruso, Vladímir Putin, anunció este pasado martes la suspensión de la participación de Rusia en el Nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START), el último pacto firmado con Estados Unidos para la reducción y control de armas nucleares.
Putin indicó que Rusia “debe estar preparada para realizar ensayos nucleares si Estados Unidos los lleva a cabo primero” y puntualizó que no se trata de “abandonar” por completo el tratado sino de “suspender la participación”, tal y como aclaró en su discurso ante la Asamblea Federal rusa.
La respuesta de EEUU no se hizo esperar. El secretario de Estado, Antony Blinken, dijo tras el discurso de Putin que la decisión era “profundamente desafortunada e irresponsable” y aseguró que están dispuestos a hablar, pero afirmó que están listos para proteger la seguridad de su país y la de sus aliados.
¿Qué es el tratado Start III?
Estados Unidos y Rusia, desde la Guerra Fría, han intentado cerrar acuerdos que limiten el número de ojivas nucleares que pueden desplegar. Este objetivo de ambas potencias se consiguió con la firma del Nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START). Este tratado, según recoge Global Strategy, establece “una relación de equilibrio entre las dos potencias nucleares que controlan el noventa por ciento del arsenal nuclear mundial”.
En 1991 se firmó el primer Start entre EEUU y la entonces antigua Unión Soviética. Entró en vigor en 1994 y estuvo en activo hasta 2009. Su principal fin era reducir el número de cabezas nucleares impulsadas en la Guerra Fría a un máximo de 6.000. Además, en ese momento ya se estaba negociando el Start II que pretendía tener como máximo 3.500 ojivas.
Con ninguno de estos acuerdos se consiguió el objetivo. A pesar de ello, en 2010, el entonces presidente de EEUU, Barack Obama y su homólogo ruso, Dmitry Medvedev, consiguieron firmar el Start III en el que se estableció tener un máximo de 1.550 cabezas nucleares y hasta 700 misiles balísticos intercontinentales.
Este tratado entró en vigor en 2011 y, aunque su continuidad estuvo en duda, en 2021 se prorrogó por cinco años más. El Start III permite que tanto los inspectores de EEUU como los de Rusia se aseguren que se está cumpliendo el acuerdo por ambas partes.
¿Por qué es tan importante el Start III?
En la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos desarrolló armas nucleares que se utilizaron por primera vez en Hiroshima y Nagasaki. Este hecho provocó que el resto de países con un gran poder en el mundo empezasen una carrera para desarrollar este tipo de armamentística que puede provocar una gran destrucción.
Y no hubo que esperar mucho. La Unión Soviética consiguió desarrollar esta tecnología en 1949, Reino Unido en 1952, Francia en 1960 y China en 1964. La rápida extensión de armas nucleares por el mundo hizo saltar todas las armas debido al peligro que suponen, puesto que tienen un gran potencial que puede poner en riesgo a todo el mundo. Tras este hecho, se difundieron dos opiniones: prohibir las armas nucleares y promover su control.
Bajo el amparo de la ONU y firmado por la gran mayoría de países del mundo, en 1968 nació el Tratado de No Proliferación Nuclear. Este documento prohíbe el desarrollo de este tipo de armas, con la excepción de los “estados nuclearmente armados”, es decir, Rusia, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y China. De esta manera, se quería intentar reducir las posibilidades de una guerra nuclear.
La ruptura del Start III significa que se ha terminado con un acuerdo que comenzó hace 35 años. A partir de ahora, Rusia no tiene limitaciones para poder fabricar las armas nucleares que quiera y situarlas en los sistemas de lanzamiento que desee.
China pide un "diálogo constructivo"
El Gobierno de China ya ha mostrado su opinión sobre la ‘suspensión’ de Rusia al tratado Start III. Entre sus peticiones, expresa su deseo de que Estados Unidos y Rusia “resuelvan debidamente sus diferencias” en torno al Nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas a través de un “diálogo constructivo”.
“China ha tomado nota de las diferencias entre Rusia y Estados Unidos sobre la aplicación del tratado y espera que ambas partes puedan resolver debidamente sus diferencias a través de un diálogo constructivo y unas consultas para garantizar la aplicación sin problemas del tratado”, explicó el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Wang Wenbin.
Wenbin destacó que el Start III “es un importante tratado bilateral sobre desarme nuclear” y “el único tratado de control de armas” entre ambos países. Además, zanjó con un mensaje contundente: “Tiene gran importancia para mantener la estabilidad estratégica global, promover la paz internacional y regional y materializar el objetivo de un mundo sin armas nucleares”.
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