Internacional

Rusia avanza en el sur y toma la mayor central nuclear de Europa: claves del noveno día de guerra

Las tropas rusas han tomado la mayor central nuclear de Europa tras bombardearla durante la madrugada y asedian varias ciudades del sur del país, una zona vital para que la invasión tenga éxito.

Noveno día de guerra en Ucrania. Las tropas rusas han tomado la mayor central nuclear de Europa tras bombardearla durante la madrugada y asedian varias ciudades del sur del país -una zona vital para que la invasión tenga éxito-  después de haber tomado Jersón. Mientras los bombardeos devastan ciudades como Mariupol, la OTAN se niega a imponer una zona de exclusión aérea para frenar los ataques rusos como tantas veces ha pedido el Gobierno ucraniano –supondría derribar aeronaves que entren en el área restringida, es decir, fuerzas de la Alianza enfrentándose a aviones rusos-. En cuanto al cerco sobre Kiev, las tropas de Vladimir Putin apenas han avanzado desde el jueves y todavía se encuentran a 25 kilómetros de la capital. Por el contrario, solo les separan 10 kilómetros del centro de Járkov, la segunda ciudad del país, según el Pentágono. Cuando los muertos civiles superan los 2.000, Kiev anuncia que la tercera ronda de negociaciones entre las delegaciones rusa y ucraniana podría celebrarse este fin de semana. Estos son los hechos clave de la jornada:

¿Por qué el sur es clave para Putin?

Desde la península de Crimea, anexionada por Rusia en 2014 y ‘base’ de un considerable contingente militar ruso, Putin ha lanzado la ofensiva en el sur de Ucrania, que Moscú considera vital para el éxito de su invasión. Por ello ha cercado varias ciudades extendiéndose desde Crimea hacia el este –como Mariúpol, donde tras cinco días de ataques y bombardeos no hay electricidad ni agua- y hacia el oeste –donde Odesa, el puerto más importante de la zona y punto de salida de las exportaciones ucranianas, será el próximo objetivo-. Si Rusia consigue tomarla asestará un demoledor golpe económico a su enemigo. También cerrará el acceso al mar Negro desde territorio ucraniano para impedir que lleguen refuerzos y suministros por vía marítima.  

La caída de Mariupol también le daría a Rusia el control de uno de los mayores puertos de Ucrania y supondría conseguir el objetivo que Moscú persigue desde 2014: crear un corredor terrestre que conectaría Crimea con las regiones separatistas de Donetsk y Lugansk. Tras la reciente conquista de Jersón, las tropas rusas han entrado por primera vez en la ciudad ucrania de Mikolaiv (sur del país), de 500.000 habitantes y con salida al mar Negro, aunque las fuerzas ucranianas aseguran que han recuperado el aeropuerto militar de Kulbakino y repelido la ofensiva rusa. Kiev, sumido en la habitual batalla de propaganda, asegura que sus tropas logran contener al enemigo y habla de "contraofensiva exitosa" en algunas zonas del país.

Combates en la mayor central nuclear de Europa

La mayor central nuclear de Europa ha ocupado el foco de la atención mediática en la novena jornada de guerra. Objetivo militar, como otras infraestructuras de energía, las tropas rusas consiguieron la pasada madrugada tomar la central de Zaporiyia después de bombardearla.  A la destrucción y las víctimas se suma el temor a un accidente nuclear provocado por los enfrentamientos militares, como el sucedido en el sureste de Ucrania, que según la agencia atómica de la ONU se debió a un proyectil ruso. El regulador nuclear estatal de Ucrania ha confirmado que el personal de la planta controla el estado de los bloques y garantiza su correcto funcionamiento. 

El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, asegura que "por suerte" no se produjeron escapes radiactivos y subraya que el ataque "carece de precedentes" a nivel diplomático, lo que dificulta responder a esta situación. "Se ha comprometido la seguridad física con lo que pasó anoche, tenemos suerte de que no hubo liberación de radiación", confirmó en una rueda de prensa en Viena.

La OTAN rechaza una zona de exclusión aérea

Ningún avión de los aliados sobrevolará Ucrania. Rusia ya ha lanzando 500 misiles sobre Ucrania desde que comenzó la invasión -según cálculos de EEUU- pero la OTAN ha rechazado imponer una zona de exclusión aérea sobre el país pese a las reiteradas peticiones de Kiev para detener los bombardeos rusos. Para la Alianza, la medida supondría una "guerra total en Europa" porque supondría derribar aeronaves que entren en el área restringida, es decir, fuerzas de la Alianza enfrentándose a aviones rusos.

Stoltenberg, secretario general de la Alianza, también subrayó sobre los combates librados en la central ucraniana de Zaporiyia dan muestra de la "temeridad" de esta guerra y la necesidad de que Rusia retire sus tropas. El ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, destacó por su parte que "esto no es un conflicto entre Rusia y la OTAN y, por lo tanto, no hay que dar la impresión de ninguna escalada. La única escalada militar que se lleva produciendo desde el jueves pasado es la que día a día hace (el presidente ruso) Vladímir Putin y su ejército".

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