Internacional

¿Ha cometido Rusia crímenes de guerra? Las pruebas de ataques contra civiles se acumulan

Moscú ha anunciado la apertura de nuevos corredores humanitarios después del fracaso de los tres intentos anteriores y entre acusaciones de bombardeos sobre las rutas de evacuación

La invasión de Ucrania se acerca a su primera quincena. La cifra de ucranianos que huyen de la guerra hacia países de la Unión Europea ya supera los dos millones -la mayor crisis de refugiados que vive Europa desde la II Guerra Mundial- mientras comienza la evacuación de civiles de ciudades sitiadas por las tropas rusas como Sumy, Mariupol o Irpin, al oeste de Kiev. Moscú ha anunciado la apertura de nuevos corredores humanitarios después del fracaso de los tres intentos anteriores y entre acusaciones de ruptura de las treguas temporales porque en los últimos días los ataques de artillería han impedido las evacuaciones. De hecho, a medida que el avance ruso se ralentiza en todos los frentes, las ultimas horas de guerra han sido más de bombardeos contra grandes ciudades como Járkov que de avances sobre el terreno. La excepción es Odesa, en el mar Negro, donde las fuerzas rusas avanzan hacia su objetivo de tomar este enclave estratégico. 

En Sumy, al noreste del país, donde según la agencia Reuters este martes ha comenzado la evacuación de civiles, Kiev y Moscú han acordado organizar un corredor humanitario que permita a la población dejar la ciudad, que está prácticamente rodeada por las fuerzas rusas y ha sufrido duros bombardeos. Al menos 21 personas, entre ellas dos niños, han muerto como consecuencia de los ataques de artillería. La Fiscalía ucraniana ha difundido imágenes de los ataques y ha confirmado la apertura de una investigación por presuntos crímenes de guerra, ya que entre los objetivos alcanzados hay zonas residenciales, protegidas por el Derecho Internacional. La columna de evacuados viajará hoy hacia el sur por la ruta que une Sumy con Poltava, otra ciudad ucraniana a 175 kilómetros de distancia. 

 

A las denuncias de ataques contra civiles en Sumy se une un análisis de Human Rights Watch (HRW) difundido el domingo sobre los ataques contra Irpin, en el norte de Ucrania, que sugería que Rusia ha cometido crímenes de guerra durante sus bombardeos contra esta ciudad cercana a la capital de Ucrania. El 6 de marzo, las fuerzas rusas bombardearon durante varias horas un cruce de carreteras que utilizaban cientos de civiles para huir del avance de las tropas en su ofensiva hacia la capital, Kiev.

Asimismo, esta misma mañana la BBC informaba de que la ruta de evacuación de Mariupol (una ciudad del sureste cuya conquista es clave para las aspiraciones de Putin de unir Crimea con los territorios rebeles del Donbás) está siendo bombardeada. Tras días de asedio, y mientras la situación de cientos de miles de civiles empeora -Médicos Sin Fronteras (MSF) ha confirmado la falta de calefacción y de agua, hasta el punto de que se recoge nieve para beber- las Fuerzas Armadas de Ucrania han denunciado hoy ataques en plena evacuación. "Es una tortura deliberada. Los invasores han cortado deliberadamente las comunicaciones, bloqueado la entrega de comida, el suministro de agua. Desconectado la electricidad", ha denunciado el presidente Volodimir Zelenski en un nuevo vídeo.

La invasión de Ucrania llega al Tribunal de La Haya


Después de que por petición de casi 40 países la Fiscalía de la Corte Penal Internacional abriera esta semana una investigación en Ucrania por crímenes de guerra y de lesa humanidad, Kiev ha buscado una vía legal poco común para llevar el conflicto armado a los tribunales. Ucrania argumentó este lunes ante la Corte Internacional de Justicia (principal órgano judicial de la ONU) que la invasión lanzada por Vladimir Putin viola una convención internacional contra el genocidio, un argumento con el que espera convencer al alto tribunal para que intente detener la guerra.

Civiles ucranianos se refugian de los bombardeos rusos en el metro de Kiev / EFE

Kiev asegura que Rusia malinterpreta la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, un tratado de 1948 firmado por ambos países, debido a que Moscú ha justificado la invasión por un presunto genocidio de la población rusoparlante en las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, en poder de separatistas prorrusos. También sostiene que ahora Rusia está llevando a cabo sus propios actos de genocidio al atacar zonas civiles con continuos bombardeos. 

Otro de los argumentos es que, si el tribunal no actúa ahora, Rusia causará un daño irreparable a la población de Ucrania durante la invasión. “Hay bebés que están naciendo en el metro y en túneles mientras los hospitales están siendo bombardeados. Todo esto es una realidad terrible a la que el pueblo de Ucrania se enfrenta ahora mismo”, argumentó ayer el representante de Kiev ante la CIJ, Anton Korynevych. 

Apoya TU periodismo independiente y crítico

Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación
Salir de ver en versión AMP