El Gobierno de Rusia ha anunciado este miércoles la retirada de varias unidades militares desplegadas en la península de Crimea tras haber participado en una serie de maniobras en la zona, un día después de que Moscú confirmara que parte de las tropas desplegadas cerca de la frontera con Ucrania habían empezado a volver a sus bases. Sin embargo, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, afirmó este martes que por el momento no han apreciado ninguna desescalada sobre el terreno, sino que incluso podría estar incrementando esas fuerzas.
“Hemos oído señales de Moscú sobre su disposición a continuar los esfuerzos diplomáticos, pero por ahora no hemos visto ninguna desescalada sobre el terreno; al contrario, parece que Rusia continúa con el refuerzo militar”, indicó Stoltenberg a la prensa a su llegada a una reunión de ministros aliados de Defensa.
El Ministerio de Defensa ruso ha señalado en un comunicado publicado en su página web que las unidades de Crimea "han empezado a trasladarse a sus puntos permanentes de despliegue tras completar el entrenamiento en combate" y ha resaltado que estas tropas "participaron en maniobras tácticas planificadas" en la península de Crimea, anexionada en 2014.
"Medidas complejas"
Asimismo, ha subrayado que las Fuerzas Armadas de Rusia "continúan unas medidas complejas a gran escala para el entrenamiento operativo de tropas y fuerzas que continúa y en el que están implicados casi todos los distritos militares, la flota y la Fuerza Aérea". El portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, indicó el martes que parte de las tropas desplegadas en los distritos militares Sur y Oeste iniciaron sus preparativos para retirarse de la zona fronteriza con Ucrania tras completar igualmente unas maniobras militares en la zona.
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, dijo durante la jornada que "Rusia efectuó y efectuará ejercicios militares en todo su territorio". "Es nuestro derecho realizar maniobras ahí en nuestro territorio donde lo consideremos conveniente y eso no se discute con nadie", apuntó.
La tensión en torno a Ucrania ha aumentado durante los últimos meses ante el despliegue de efectivos rusos junto a la frontera del país, lo que la comunidad internacional ha entendido como un posible preparativo de cara a una "invasión". Rusia ha rechazado dichas acusaciones y ha acusado a la OTAN de incrementar la actividad militar en la zona.
El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, aseguró el lunes que ve posible un acuerdo con Estados Unidos y la OTAN si "las propuestas de Rusia" en materia de seguridad "son escuchadas", si bien instó a seguir negociando. Moscú rechazó la semana pasada la respuesta de Estados Unidos y la OTAN a sus propuestas.
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