Rusia ha asegurado este miércoles que no introducirá de momento la ley marcial en el país tras el ataque con drones contra Moscú, mientras estudia medidas de represalia contra Ucrania, cuyos principales socios se han mostrado divididos sobre si el territorio ruso alejado del frente debe ser un objetivo militar en la guerra.
"Pensaremos con calma y coherencia sobre cómo lidiar con esto", ha comunicado el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, al día siguiente de que la capital rusa sufrió su primer ataque masivo con drones y después de que "halcones" como el jefe del grupo de mercenarios Wagner, Yevgueni Prigozhin, o el líder checheno, Ramzán Kadírov, pidieran dureza en la respuesta rusa e incluso la imposición de la ley marcial en el país.
Kadírov ha considerado que las autoridades de Rusia, que han atribuido a Ucrania el "ataque terrorista" en Moscú, deben declarar la ley marcial en el país "y usar todos los recursos de combate para barrer toda esta célula terrorista (de Ucrania) de una vez por todas".
El Gobierno ucraniano ha aconsejado a Kadírov que "se vengue personalmente de Moscú y de (el presidente ruso, Vladímir) Putin, y no amenace a Ucrania".
"No fueron los ucranianos quienes arrasaron Grozni con sus habitantes pacíficos con tanques. Fueron los tanques rusos. El pueblo checheno recuerda esto, y para aquellos que lo olvidaron, ¡es hora de recordarlo!", tuiteó el secretario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Oleksiy Danílov.
En todo caso, ha recalcado Peskov, la imposición de la ley marcial "es enteramente prerrogativa de la máxima autoridad federal. No se han tomado decisiones y no hay discusiones al respecto".
El Kremlin intenta tranquilizar a los rusos
Asimismo, el Gobierno ruso ha intentado tranquilizar a los ciudadanos que se han mostrado preocupados por el hecho de que la guerra haya llegado al corazón de Rusia, al afirmar que las autoridades rusas "continuarán el trabajo para mejorar el sistema de defensa antiaérea".
El alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, ha admitido que "varias familias acudieron a psicólogos" ofrecidos por el Ayuntamiento inmediatamente después del ataque, que provocó daños menores en algunos edificios y provocó evacuaciones de los residentes de tres portales de uno en concreto, en el suroeste de la ciudad.
El Kremlin ha lamentado la falta de condena occidental al ataque. "Nos gustaría desde luego escuchar algunas palabras de condena", dijo Peskov, no sólo en lo que se refiere a la capital, donde se han visto afectadas infraestructuras civiles, sino también respecto a los continuos bombardeos de la región rusa de Bélgorod.
El gobernador de esta provincia, Viacheslav Gladkov, ha denunciado este miércoles que al menos cuatro personas resultaron heridas en un ataque con cohetes Grad contra la ciudad de Shebékino. También hubo un herido en las afueras de la aldea de Bogun-Gorodok por proyectiles.
Béldorod evacúa a los menores por los bombardeos
Ante el empeoramiento de la situación en la región, el gobernador anunció la evacuación a la ciudad de Voronezh (unos 200 kilómetros de la frontera con Ucrania) de los primeros 330 niños de Shebékino y Gráivorono, distrito este último donde el pasado día 22 paramilitares rusos que combaten del lado de Kiev efectuaron un asalto armado.
"Estamos realmente preocupados por la alarmante situación allí, donde continúan los bombardeos de los objetivos civiles", dijo Peskov, quien asimismo indicó que, hasta el momento, "ningún país de Occidente ha dicho sus palabras de condena".
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Ucrania debería empezar la contraofensiva a través de territorio ruso, embolsando las tropas invasoras y salvando así sus líneas de defensa