El Ministerio de Defensa de Rusia ha denunciado la rotura de una tubería de amoniaco ruso destinado al puerto de Odesa, en lo que aseguran que ha sido el ataque de un grupo de sabotaje ucraniano. Un movimiento estratégico que pone en riesgo el cumplimiento del acuerdo por parte de Rusia del acuerdo de grano del Mar Negro, donde Rusia exige desbloquear la exportación de alimentos y fertilizantes nacionales. Por su parte, tanto el lunes como el martes Ucrania denunció que habían sido las tropas rusas las que habían bombardeado el oleoducto.
"En las cercanías de la localidad de Masyutivka de la región de Járkov, un grupo de sabotaje ucraniano dinamitó la tubería de amoniaco 'Toliatti-Odesa'", señala, concretamente, el comunicado de las autoridades rusas. Defensa ha señalado el acto como un "atentado terrorista" con "víctimas entre la población civil" por intoxicación.
El ataque ha salido a la luz este miércoles, pero se produjo el pasado 5 de junio a las 21:00 en horario de Moscú (las 18:00 GMT). "En estos momentos a través de los tramos dañados de la tubería se purgan los restos de amoniaco del territorio ucraniano", ha añadido el mando militar ruso, que asegura además que no hay víctimas entre sus propios efectivos.
La portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova, ha alertado por su parte que este ataque ucraniano "no solo eliminó la posibilidad física de transportar amoniaco, sino que dañó los esfuerzos conjuntos en la lucha contra la amenaza del hambre y la ayuda a los países necesitados".
Rusia "lamenta" que se hayan 'echado por tierra' los esfuerzos de la ONU
TZajárova ha asegurado además que este sabotaje echa por tierra "los esfuerzos personales del secretario general de la ONU (António) Guterres, quien presentó una iniciativa concreta con esta tubería" y defendió el acuerdo del grano, "cuyo significado humanitario pierde valor a ojos vistas".
"El régimen de Kiev no solo ha eliminado la posibilidad física de suministrar amoníaco a los mercados mundiales, sino que también ha asestado un duro golpe a los esfuerzos generales para combatir la amenaza de la hambruna y brindar asistencia a los países necesitados en Asia, África y América Latina", ha zanjado Zajarova.
El ataque contra la tubería, dice, se llevó a cabo en una zona controlada por el Ejército ucraniano, y causó daños a una estación de bombeo. "Se activaron las válvulas de seguridad, pero de todos modos hubo fuga. Según datos previos, se requerirá de uno a tres meses para las reparaciones de existir acceso al lugar de los hechos", dijo. Por el momento, sin embargo, el jefe de la administración regional de Járkov ha informado a través de Telegram que "las mediciones no detectan restos de amoniaco en el aire en las localidades de Kupiánsk".
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