Internacional

El riesgo del frente de Israel con Hezbolá en el Líbano y la batuta de Irán: las claves de una escalada en Oriente Próximo

Irán y elementos de su Eje de Resistencia se están preparando para que la guerra entre Hamás e Israel se expanda hasta convertirse en un conflicto regional

La escalada de tensión en Oriente Próximo entre Israel y Hamás, donde se está viendo gravemente afectados los más de 2 millones de personas que viven en Gaza, amenaza con expandirse y provocar una escalada regional. El otro frente para Israel se sitúa en su frontera norte con el Líbano, donde ya tuvieron lugar enfrentamientos a ambos lados de la demarcación en un radio de 4 kilómetros el pasado sábado. El partido-milicia del Líbano, Hezbolá (que forma parte del Eje de la Resistencia, una alianza informal liderada por Irán y aúna a la Yihad islámica y a las milicias palestinas de Hamás) se reclamó la autoría este lunes de varios ataques contra puestos de control israelíes en su frontera. A primera vista, aunque este fuego cruzado parezca ocasional dentro del marco de guerra entre Hamás e Israel, lo cierto es que puede ser la puerta que acabe de dinamitar un conflicto a mayor escala.

Irán, líder del "eje de la resistencia"

Como recoge en su reporte diario el think thank estadounidense Institute for the Studies of War (ISW), Hezbolá ha aumentado paulatinamente su actividad a lo largo de la frontera israelí desde el 7 de octubre, e incluso apunta a que hay informes de infiltraciones de milicias en el norte de Israel. En este contexto cabe rescatar las declaraciones de este martes del ministro de Exteriores de Irán, Hosein Amir Abdolahian, quien ha dicho que se llevará a cabo una "acción preventiva" en las próximas horas de los grupos de la "resistencia" contra Israel si continúan los ataques en Gaza para no permitir "que el régimen sionista hagan cualquier cosa en Gaza” y subrayó que tienen “capacidad para librar una larga guerra con el enemigo”.

Los movimientos en este sentido en el norte de Israel son de vital interés para EEUU, precisamente por la influencia iraní de fondo. Tal y como reporta la think thank, "Irán y elementos de su Eje de Resistencia se están preparando para que la guerra entre Hamás e Israel se expanda hasta convertirse en un conflicto regional. Militantes respaldados por Irán se han desplegado en el sur del Líbano y el suroeste de Siria e incluyen militantes de Hezbolá, las unidades de las Fuerzas de Movilización Popular iraquíes, las divisiones Fatemiyoun afgana y Zeynabiyoun pakistaní. Las FDI han llevado a cabo ataques aéreos en los aeropuertos internacionales de Damasco y Alepo para interrumpir los envíos militares iraníes a Siria y el Líbano".

Hezbolá, con mayor capacidad militar

El anuncio de Biden de una visita a Israel este miércoles se engloba en este marco, si bien el horizonte de una rebaja de las tensiones parece escasa, sobre todo teniendo en cuenta que Israel sigue con la tentativa de cruzar dos líneas rojas para Hezbolá: el desplazamiento forzado de la población gazatí a un lugar exterior, en este caso Egipto, y la invasión por tierra para destruir las milicias de Hamás. En este sentido Hezbolá tendría como objetivo disuadir a toda costa a Irael de proseguir por ese camino y forzar la mediación de actores como Qatar.

Sin embargo, como recoge el Internacional Crisis Group, un organismo independiente de EEUU cuyo trabajo se orienta a la prevención de conflictos armados, no debe darse por supuesta la retórica del grupo libanés: "Hezbolá e Irán han invertido mucho tiempo y dinero en aumentar las capacidades de Hamás, para convertirlo en un miembro efectivo de la alianza que han forjado. Perder esta inversión sería un serio revés y un precedente que ambos quieren evitar sentar. Retirarse mientras otra parte de la población de la Palestina histórica es expulsada del país haría que las bases fundacionales del eje sean banas, ya que la agenda ideológica de la alianza se basa en parte en el compromiso con la causa palestina. Podría minar la lealtad de la base política de los miembros del eje", ha explicado el director del organismo, Heiko Wimmen.

Sin embargo, tanto Israel y Hezbolá tienen presente la guerra de 2006, una guerra abierta que duró 34 días y afectó al norte de Israel y los Altos del Golán. Han intentado disuadirse mutuamente de repetir un escenario parecido, sin embargo los frentes se extreman día a día a falta de una mediación.

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