El número de muertos por los enfrentamientos registrados durante una protesta en Beirut de cientos de seguidores del partido-milicia chií Hezbolá y el partido chií AMAL contra el juez que encabeza las investigaciones sobre las explosiones en agosto de 2020 en la capital del país, que dejaron más de 200 muertos y enormes daños materiales, ha ascendido a seis, según el último balance.
La Media Luna Roja Libanesa ha indicado que "seis personas han muerto y más de tres han resultado heridas" y ha agregado que ha desplegado cuatro equipos en el área de Tayuné para dar atención a los heridos y trasladarlos a los hospitales.
La concentración había sido convocada frente al Palacio de Justicia de Beirut para protestar contra el juez Tarek Bitar, en medio de una grave crisis política derivada de los intentos por bloquear las investigaciones y las acusaciones por parte de Hezbolá contra el juez por su supuesta "politización".
El Ejército libanés ha indicado a través de su cuenta en la red social Twitter que "cuando los manifestantes se dirigían hacia el Palacio de Justicia de Beirut han sido objetivo de disparos desde los barrios de Tayuné y Badaro", antes de agregar que los militares "han acordonado la zona y se han desplegado en los barrios y sus entradas para realizar patrullas".
Asimismo, ha subrayado que se han puesto en marcha operaciones para "arrestar a los responsables de los disparos". "Las unidades del Ejército desplegadas dispararán contra cualquier persona armada en la calle y contra cualquiera que dispare desde cualquier otro lugar y piden a los civiles que evacuen las calles", ha zanjado.
Hezbolá y AMAL han denunciado "disparos directos" por parte de "francotiradores" contra los participantes en una "concentración pacífica" y han confirmado la existencia de "mártires", al tiempo que han denunciado que el objetivo es "arrastrar al país a la sedición" y han pedido al Ejército que "asuma su responsabilidad" y "detenga a los criminales".
Según las informaciones recogidas por el diario libanés 'L'Orient le Jour', la situación ha derivado rápidamente en enfrentamientos abiertos en los que se han llegado a disparar granadas propulsadas por cohete. Asimismo, un obús ha impactado en la zona, tal y como ha recogido la agencia estatal libanesa de noticias, NNA.
Por su parte, el presidente de Líbano, Michel Aoun, se encuentra siguiendo los incidentes en Beirut junto al primer ministro, Nayib Mikati, los ministros de Interior y Defensa y el jefe del Ejército, según NNA, un encuentro destinado a acordar medidas para intentar restablecer la calma en la capital.
El propio Mikati ha hecho un llamamiento a la calma y a "no dejarse llevar a la sedición, sin importar el pretexto". El primer ministro ha iniciado además contactos con el presidente del Parlamento, Nabih Berri, para abordar la situación y ha pedido una reunión del Consejo de Seguridad libanés.
Asimismo, la coordinadora especial de Naciones Unidas para Líbano, Joanna Wronecka, ha mostrado su "preocupación" por los "incidentes de violencia" en Beirut. "En este contexto es clave mostrar máxima contención y asegurar que se restaura la calma y se protege a los ciudadanos", ha dicho a través de su cuenta en la red social Twitter.
Los incidentes han tenido lugar en medio de una campaña de críticas por parte de Hezbolá y AMAL --al que pertenece Berri-- contra Bitar y después de que varios exministros citados a declarar en el marco de las pesquisas hayan presentado diversas demandas para intentar que el juez sea cesado.
Los participantes en la protesta, vestidos de negro, han coreado eslóganes como 'Por nuestra alma, por nuestra sangre, nos sacrificamos por ti, Nabih' y 'Sionista, sionista, Samir Geagea es sionista', en referencia al líder de Fuerzas Libanesas, Samir Geagea, quien apoya a Bitar, tal y como ha informado 'L'Orient le Jour'.
Tensiones en el seno del Ejecutivo
Este aumento de las tensiones ha puesto en riesgo la estabilidad del recientemente formado Gobierno libanés --que recibió la confianza del Parlamento el 20 de septiembre--, después de que Hezbolá, AMAL y el Movimiento Marada hayan amenazado con "suspender" su participación en el mismo si Bitar no es reemplazado por otro juez, tal y como han confirmado fuentes citadas por la cadena de televisión Al Yadid.
"El juez Bitar fue nombrado a través de un decreto y puede ser recusado a través de un decreto, si bien la solución ideal es resolver el asunto en el Alto Consejo Judicial", han dicho estas fuentes, que han dicho que "Bitar está inclinado a acusar a Hezbolá en el crimen de la explosión en el puerto".
El líder de Hezbolá, Hasán Nasralá, cargó duramente el lunes contra Bitar y le acusó de tener posturas "selectivas" y "politizadas". Así, reclamó que sea sustituido "por un juez transparente y honesto" y agregó que las familias "no lograrán la verdad con este juez".
Nasralá advirtió de que "el país puede ir hacia un gran desastre si el juez sigue actuando de esta forma" y reiteró que "lo que está pasando en la investigación de la explosión en el puerto no tiene nada que ver con la justicia o la ley". "Lo que está pasando en la investigación es un error muy, muy, muy, muy grande y no aceptaremos que el asunto siga así durante los próximos días", manifestó. "Debe resolver el asunto y, si no lo hace, el Gobierno debe resolverlo", zanjó.
Bitar emitió el martes una orden de arresto contra el exministro Alí Hasán Jalil tras no comparecer al interrogatorio, si bien poco después ha sido notificado de la suspensión de las pesquisas por la nueva demanda, presentada por el propio Jalil y el también exministro Ghazi Zeaiter. Los tribunales han rechazado previamente varias demandas contra Bitar.
Sin embargo, esta nueva demanda ha sido igualmente desestimada por el Tribunal de Casación a primera hora de este jueves, por lo que las investigaciones de Bitar --quien sustituyó en febrero a Fadi Sauan tras su cese después de una demanda similar-- podrán retomarse nuevamente, tras argumentar que no tiene autoridad para considerar esta petición.
El malestar popular ha ido al alza durante los últimos meses debido al bloqueo de las investigaciones y los retrasos en la retirada de la inmunidad de los exministros y parlamentarios a los que el juez Bitar ha citado a declarar en el marco de las pesquisas, entre ellos Diab, quien dimitió tras las explosiones y siguió en el cargo en funciones hasta que se logró un acuerdo para formar el nuevo Gobierno en septiembre.