Putin prometió una compensación de tres millones de rublos (unos 50.000 euros) a todo soldado ruso que llegase herido de la guerra. Incluso la televisión pública Russia-1 hizo un reportaje al principio del conflicto contando la historia de un padre que se había comprado un Lada de 120.000 euros con el dinero que el Kremlin le había dado para el ataúd de su vástago. La jugada era redonda: los soldados tendrían gloria en el campo de batalla o, en su defecto, una indemnización que sacaría de la pobreza a su familia.
El coste del Lada prácticamente coincide con la cifra que el presidente ruso prometió por soldado caído: 7,4 millones de rublos (unos 121.000 euros) más una pensión mensual a las familias, tal y como informó al inicio de la guerra la agencia de noticias rusa Interfax. Pero la generosidad de Rusia con sus compatriotas caídos en combate parece haberse agotado a medida que el devenir de la guerra se ha complicado en Ucrania.
Fuentes sanitarias de la Ucrania capturada señalan a Vozpópuli que en las ciudades ya adheridas a la federación rusa se están llevando a los militares rusos malheridos de sus camas y que estos nunca regresan. Pese a tener un lugar de descanso, un personal sanitario adecuado y medicinas para tratar de luchar por su vida, los militares se los llevan sin dar motivos. En muchos de estos casos, los servicios médicos desaconsejan el traslado, pero lo hacen igualmente sin ofrecer respuestas.
Estas voces denuncian que se los llevan para hacerles desaparecer, de modo que el Kremlin no tenga que pagar una indemnización a las familias por su muerte. Se les da por desaparecidos o, incluso, por desertores para evitar el pago a las familias
Estas voces denuncian que se los llevan para hacerles desaparecer, de modo que el Kremlin no tenga que pagar una indemnización a las familias por su muerte. Se les da por desaparecidos o, incluso, por desertores para evitar el pago a las familias. Y es que en estos momentos, las bajas entre los rusos son mucho más numerosas de lo que Putin esperaba en un inicio cuando trató de tomar Ucrania en una operación relámpago. La cifra oficial de Moscú es de 9.000 bajas, pero otras fuentes no son tan halagüeñas: la CIA eleva el montante total a 15.000 soldados fallecidos y Ucrania, a 45.000.
Basándonos en las cifras oficiales que ha proporcionado el Kremlin, Rusia debería pagar a las familias de sus soldados caídos un total de mil millones de euros, a lo que habría que sumar las pensiones vitalicias que prometió al inicio de la guerra. Una cifra que aumentaría a medida que el montante total de bajas fuera superior a lo anunciado desde Moscú.
Desde Kiev también han denunciado esta situación. Lo hizo Oleg Nikolenko, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania, en una entrevista con el medio irlandés 'The Irish Times'. El político señaló que "los rusos no se preocupan por sus soldados" y que "no se llevan los cadáveres del campo de batalla". Son, según esta versión, los propios ucranianos quienes tienen los cuerpos de los rusos fallecidos. "Los mantenemos en congeladores a la espera de que Rusia se los lleve, pero no lo harán porque según su legislación, cada soldado debe recibir una compensación. Sin cuerpo, no hay dinero", señaló Nikolenko.
Los cuerpos de los soldados rusos muertos en el campo de batalla se guardan en trenes refrigeradores. El pasado mayo, la BBC accedió a uno de ellos a las afueras de Kiev tras el intento del Kremlin de asediar la capital ucraniana. “Estamos listos para devolverlos a todos, queremos que nos devuelvan a nuestros propios muertos también. Tocamos todas las puertas que hay, pero no hay respuesta, no hay diálogo”, dijo a los reporteros británicos el coronel ucraniano Liamzin.
“Estamos listos para devolverlos a todos, queremos que nos devuelvan a nuestros propios muertos también. Tocamos todas las puertas que hay, pero no hay respuesta, no hay diálogo”, dijo a la BBC el coronel ucraniano Liamzin.
Al otro lado de la línea de batalla, también hay voces que señalan esto mismo: Putin no está dando el dinero que prometió inicialmente a sus soldados. Así lo ha denunciado, según recoge Reuters, Maxim Grebenyuk, abogado ruso que está llevando las causas de diferentes soldados que han regresado heridos de Ucrania. Reconoció ante la agencia que su despacho ha recibido cientos de solicitudes de ayuda de militares que buscan los pagos y que existe “cierta tensión social entre el personal militar”.
Incluso hay familias que reclaman al Kremlin saber en qué estado se encuentran sus hijos y han difundido, a través de Radio Free Europe, una carta abierta. "Exigimos encontrar a nuestros seres queridos, incluirlos en las listas de prisioneros de guerra desaparecidos. No se están realizando búsquedas y su estado sigue siendo 'desaparecido'". Señalan que las administraciones públicas no ofrecen respuesta a sus requerimientos y que las respuestas varían en cada llamada.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación