El Brexit, la pandemia, la guerra en Ucrania y un rosario de casos de corrupción del partido en el Gobierno de Irlanda del Norte han creado las condiciones para que se produzca un giro político inédito en cien años en este territorio de Reino Unido. Las encuestas llevan semanas anticipando que el Sinn Féin, durante décadas el brazo político de la organización terrorista IRA y firme defensor de la reunificación de la isla en un solo país, tiene serias posibilidades de convertirse este jueves en la formación más votada en las elecciones regionales.
Unos 1,3 millones de norirlandeses están llamados a las urnas este jueves. Las encuestas pronostican que el todavía mayoritario Partido Democrático Unionista (DUP) quedará segundo, pero ya ha advertido de que no entrará en el próximo Ejecutivo a menos que Londres y Bruselas solucionen los problemas que está causando el protocolo del Brexit para la provincia británica que supone en Brexit.
Si los unionistas cumplen su amenaza, la parálisis política puede durar meses, pues el DUP debe aceptar al candidato del Sinn Féin, Michelle O'Neill, presentado a su candidato al cargo de ministro principal adjunto, tal y como establece el acuerdo de paz del Viernes Santo (1998), el texto que puso fin al pasado conflicto y que repartió el poder de esta peculiar forma.
Los unionistas protestantes también ven con recelo el impulso que este divorcio ha dado a la delicada cuestión de la reunificación de Irlanda a través de un referéndum, una de las banderas de campaña del Sinn Féin, según recoge la agencia EFE. Aunque este escenario aún es poco probable.
De lo que no hay duda es que la llegada de la paz y el final del terrorismo, el aumento de la población católica, el giro del Sinn Féin a temas sociales y el polémico protocolo firmado entre Londres y Bruselas para sacar a Irlanda del Norte de la Unión Europea, han debilitado a los unionistas partidarios de permanecer en Reino Unido frente a otras opciones políticas de la región.
Oportunidad para las nuevas formaciones
Con el Gobierno suspendido desde febrero por la salida del DUP y con pocas perspectivas de reactivarlo a corto plazo, el electorado norirlandés podría castigar en las urnas a los dos bloques tradicionales en favor de formaciones no alineadas, que se han centrado más en temas relacionados con la sanidad, la educación o el coste de la vida.
En este contexto, los sondeos prevén que el Partido Alianza, de centro liberal y no sectario, podría alcanzar la tercera posición, provocando la irrupción de un tercer bloque más numeroso en la Asamblea de Belfast, dominada hasta ahora por unionistas y nacionalista.
Su líder, Naomi Long, pide una reforma del sistema que, por ejemplo, facilite la formación de un Ejecutivo autónomo de poder compartido sin imposiciones, de manera voluntaria. Los centros de votación abrieron este jueves a las 06.00 horas GMT y permanecerá abiertos hasta las 21.00 horas GMT, mientras que el recuento de sufragios comenzará el viernes a las 08.00 horas GMT.
Los primeros resultados podrían conocerse durante el viernes, pero el recuento suele avanzar despacio debido al complejo sistema electoral, por lo que el recuento final podría retrasarse hasta el sábado.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación