Este domingo se ha celebrado un congreso clave para el futuro de Alemania. Más de 600 delegados del Partido Socialdemócrata (SPD) alemán, divididos entre quienes apoyaban una nueva gran coalición con Angela Merkel y quienes apuestan por quedarse en la oposición, han apoyado finalmente esa posibilidad de gobierno.
"En el día de hoy, el SPD, nuestro país y Europa se juegan mucho. Confío en nuestros delegados y espero un debate limpio. Deben imponerse los mejores argumentos", manifestó poco antes del congreso en Twitter el líder socialdemócrata, Martin Schulz. Por su parte, varias agrupaciones regionales del partido y miembros de las Juventudes del SPD, los "Jusos", recibieron a los delegados fuera del centro de congresos de Bonn con pancartas y eslóganes contra una gran coalición que creen que hundirá aún más al partido.
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