Un error humano es la principal hipótesis barajada para explicar la causa del choque frontal de dos trenes en Suiza, que causó un muerto y 40 heridos y que se produjo cuando uno de los maquinistas no respetó una señal luminosa, confirmó hoy la policía suiza. El accidente tuvo lugar anoche en la región central de Suiza, después de que el conductor de uno de los trenes, proveniente de la localidad de Payerne, detuviese el convoy en la estación de Grange-près-Marnand, para permitir la bajada y subida de pasajeros.
Unos minutos y unos 200 metros después de volver a arrancar, el tren chocó con otro procedente de Lausana, explicaron en una conferencia de prensa autoridades policiales y responsables de la compañía suiza de trenes (CFF). El maquinista, sin embargo, tenía que haber mantenido el tren detenido, como le indicaba la señalización luminosa, para dejar pasar al que procedía de Lausana, que sólo debía cruzar la estación de pasajeros sin detenerse en ella.
El conductor del primer tren, de 54 años, tuvo tiempo de accionar el freno de emergencia y abandonar la cabina, como indican los procedimientos del CFF, mientras que su colega que conducía el tren de Lausana no tuvo esa suerte y es, al menos por el momento, la única víctima mortal del accidente. Sus restos mortales fueron recuperados con mucha dificultad debido a que la cabina quedó completamente aplastada.
El portavoz de la Policía Cantonal de Vaud, Jean-Christophe Sauterel, precisó que "la longitud original de la cabina quedó reducida de ocho metros". La deformación de esa parte del vagón ha sido tal que no puede descartarse que haya otras víctimas en el interior del vagón, que está siendo conducido a un depósito de la compañía de trenes en Payerne (centro) para verificarlo. "En estos momento, no podemos excluir que haya algún pasajero atrapado", agregó el portavoz.
Los dos trenes -uno se desplazaba a 40 kilómetros por hora, mientras que la velocidad del otro todavía no se ha determinado- transportaban en total a 45 personas, de las que 40 eran pasajeros que sufrieron heridas de diferente consideración. Sólo tres heridos permanecen este martes hospitalizados, ya que los otros 22 que habían sido trasladados a distintos hospitales han sido dados de alta en las últimas horas. Además, otros nueve pasajeros heridos leves fueron atendidos en el lugar del accidente, mientras que once resultaron ilesos.
Sauterel dijo que la fiscalía ha abierto una investigación penal sobre las circunstancias y causas del siniestro. Entre los elementos que se tendrán en cuenta están las dos cajas negras que han sido recuperadas y el papel de la persona que, en el momento del accidente, se encargaba de regular el tráfico ferroviario en la estación de Grange-près-Marnand.
Este trabajador, así como el maquinista que supuestamente no respetó la señal luminosa, ya han sido interrogados por las autoridades, pero en ninguno de los dos casos se ha podido establecer responsabilidad penal, dijo el portavoz.
Por su parte, el director general de CFF, Andreas Meyer, declaró que la compañía continuará "trabajando por la seguridad de los pasajeros para evitar accidentes" y garantizó una "política de transparencia absoluta". Meyer, quien dijo que "cada incidente es inmediatamente transmitido a los más altos responsables", explicó que Suiza invertirá unos 40 millones de euros de aquí a 2016 en mejorar el sistema de vigilancia de velocidad de la red ferroviaria nacional.
El de Suiza es el tercer accidente ferroviario grave ocurrido en Europa en menos de un mes, junto al descarrilamiento de un tren el noreste de España el pasado día 24, en el que murieron 79 personas, y otro a las afueras de París, el día 12, con 7 fallecidos.
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