Las autoridades de Tailandia aprobaron una orden para prohibir que los centros educativos, desde Primaria a la Universidad, puedan expulsar a las estudiantes que se queden embarazadas, una medida que busca evitar la discriminación.
La orden de los Ministerios de Educación y de Investigación e Innovación Científica, publicada en el boletín oficial de Tailandia el sábado, estipula que los traslados de las embarazadas solo se realizarán con su consentimiento.
El objetivo es evitar que las alumnas que se quedan embarazadas sean presionadas a abandonar los centros donde cursan sus estudios, lo que se produce en ocasiones por supuestas razones de reputación e imagen.
En 2016, solo el 13,7 por ciento de las estudiantes embarazadas continuaban sus estudios, mientras que en 2021 el porcentaje subió hasta el 33,8 por ciento, informó el diario Bangkok Post y recoge EFE.
Es un país con una fuerte ideología patriótica
Además, la tasa de embarazos entre alumnas de entre 15 y 19 años cayó del 31 por 1.000 en 2019 a 25 por 1.000 en 2022 en Tailandia.
Aunque Tailandia fue pionera en educación sexual y el uso de preservativos durante los años 1990 ante la pandemia del sida, la educación continúa dominada por valores conservadores, sobre todo después del golpe de Estado de 2014.
El actual Gobierno, salido de unas elecciones poco transparentes en 2019, está encabezado por el líder del golpe de 2014, Prayut Chan-ocha.
En medio de una fuerte ideología patriótica, los niños son obligados a formar durante el izado de la bandera por las mañanas en los colegios y deben seguir estrictas reglas referentes al uniforme y el corte de pelo, aunque recientemente estas se han relajado.