Una veintena de muertos, entre ellos, 19 niños. Este ha sido el resultado del último tiroteo registrado en un colegio de Texas (EEUU) y cuyo atacante, un joven de 18 años, ha sido abatido. Los sucesos con armas de fuego en el país norteamericano no son aislados y solo en 2022, se han producido 200 de los calificados como "masivos", con múltiples víctimas.
En concreto, el atacante del hecho ocurrido este martes en la Escuela Primaria Robb, en Uvalde, tenía tan solo 18 años, pero portaba una pistola y, las primeras pesquisas apuntan a que también un rifle. Además, llevaba puesto un chaleco antibalas.
Previamente a lo ocurrido en el centro escolar, donde ha matado a una veintena de personas, el adolescente disparó a su abuela, que tuvo que ser trasladada al hospital.
Este tiroteo es solo uno más de los al menos 200 que se han producido desde que comenzó el año y de las más de 900 escuelas que se han visto involucradas en este tipo de altercados en la última década, según Gun Violence Archive. Pero, ¿qué dice la ley en Estados Unidos? ¿Qué requisitos existen en el país para poder comprar y tener armas?
En primer lugar, en la Constitución de Estados Unidos se expresa que los ciudadanos tienen el derecho a tener y portar armas. De hecho, para los fundadores de la misma era algo vital para preservar la libertad de los estadounidenses, por lo que este derecho es previo a la Carta Magna del país.
En concreto, la segunda enmienda del texto reza que "una milicia bien organizada, que es necesaria para la seguridad de un estado libre, no se debe infringir el derecho de las personas a guardar y portar armas".
Tal y como explica a 'Vozpópuli' Adam Dubin, experto en derechos humanos y cooperación internacional, el hecho de que este derecho sea la segunda enmienda de la Constitución "complica" que se puedan realizar cambios para limitar la ley. "Lo que sí sabemos es que el Supremo no puede restringir completamente la compra de armas", indica para asegurar que, además, esta institución también apoya el derecho a comprar y portar armas.
Asimismo, afirma que "en estados individuales hay milicias que están muy armadas".
Quién puede comprar y tener armas en EEUU
Este derecho sí tiene límites y se deben cumplir ciertos requisitos, aunque se trate de una norma mucho más laxa que en la mayoría de países a nivel global. Eso sí, aunque no es "un derecho absoluto", según Dubin, "se tiene que regular en el Congreso y es el Supremo el que debe interpretar la segunda enmienda". "Si la Corte es más conservadora, habrá mayor liberalización", añade.
El organismo que controla y regula quiénes pueden tanto vender como adquirir estos artilugios es la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) del territorio. Existe, asimismo, la Ley Nacional de Armas de Fuego, revisada en el año 1986, al mismo tiempo que se establecía la Ley de Control de Armas.
Para regular este tipo de adquisiciones, existe tanto la Ley Federal como la Ley Estatal, con sus diferencias. En el caso de la primera, un individuo puede comprar armas largas como escopetas o rifles al cumplir los 18 años de edad. Para hacerse con armas de fuego de mano o defensa personal deben cumplir los 21.
En el segundo caso, la edad para comprar este tipo de artículos no es la misma en todos los Estados. En algunos como Alaska, Minnesota, Vermont y Maine, esta se rebaja hasta los 16 años. Cabe recordar que en EEUU no se considera a alguien mayor de edad hasta que celebra los 21.
En EEUU no hay estado de bienestar, es una receta complicada (...) Todos tenemos derecho a la vida, por lo que el Gobierno debería protegernos, pero en esto, está fracasando".
La Ley Estatal establece que es necesaria una verificación de los antecedentes penales y criminales para comprar armas y, además, aquellos que quieran adquirir estos artilugios no pueden ser personas que cumplan con lo siguiente:
- Estar condenados por algún crimen que haya sido condenado a cárcel más de un año.
- Personas fugitivas de la ley.
- Aquellos que cuenten con una orden de restricción por delitos de acoso o amenaza a su pareja, así como a los hijos de su pareja.
- Personas acusadas de violencia doméstica.
- Aquellos que de forma ilegal utilicen o tengan adicción a cualquier sustancia o droga.
- La personas diagnosticadas con problemas mentales y que hayan sido admitidos en una institución para personas con enfermedades de este tipo.
- Individuos que hayan sido despedidos de las Fuerzas Armadas con deshonores.
- Quienes hayan renunciado a la ciudadanía del país.
- Una persona extranjera sin documentación que resida ilegalmente en Estados Unidos.
Excepciones en estados
Pese a que existen varias leyes federales que regulan y controlan la compra y tenencia de armas, "cada estado tiene el poder de regularlo y hay estados menos restrictivos, como es el caso de Texas, o más restrictos, como Nueva York o California", explica el experto. Así, los distintos territorios cuentan con sus propias limitaciones, algo que la ley federal no puede eliminar. Entre las diferencias más destacadas están:
- Solo en ocho estados se exige el registro de un arma: California, Connecticut, Hawái, Maryland, Míchigan, Nueva Jersey, Nueva York y Washington.
- En solo 13 estados piden un permiso para comprar un arma: California, Connecticut, Hawái, Maryland, New Jersey, Nueva York, Iowa, Massachussets, Minnesota, Nebraska, Carolina del Norte, North Dakota y Rhode Island.
- En cinco estados prohíben cargar un arma de fuego libremente en un sitio público: California, Florida, Illinois, Carolina del Sur, Nueva York y el Distrito de Columbia.
Dubin señala que en la actualidad, el país está pendiente de un caso concreto: si Nueva York tiene que liberalizar el derecho a llevar armas por la calle. "Ciertos estados van a tener que liberalizar este uso por el derecho a la autodefensa. En Nueva York a lo mejor se liberaliza y en ciertas áreas o zonas se podría ir por la calle con un arma", continúa.
"El caso está pendiente y habrá que ver si esta última masacre [la del colegio en Texas] cambia algo, pero lo veo complicado. Con cada masacre siempre hay esperanza, pero la respuesta de los republicanos siempre es que no se puede utilizar un incidente concreto para quitarnos derechos", expone. "En dos semanas lo olvidaremos", apostilla.
El perfil del atacante
Según explica Dubin, el perfil del atacante es en general "gente blanca", aunque el de este martes sería hispano. "Hay muchos casos en zonas más rurales, suburbios... Varios de los casos se han dado con personas procedentes de familias fracturadas, pero no necesariamente pobres", añade.
En EEUU, "las familias se mueven mucho más y hay menos vinculaciones", señala Dubin para añadir que muchos ciudadanos necesitan dos o tres trabajos para vivir. "En el país no hay estado de bienestar, sumado a lo comentado, es una receta complicada", añade. "Si hablamos de derechos humanos, todos tenemos derecho a la vida, por lo que el Gobierno debería protegernos, pero en esto el Estado está fracasando", asevera.
Alrededor del 44% de los adultos viven con un arma en casa y un tercio tiene una personalmente y hay más armas que personas.
La Asociación Nacional del Rifle, un factor clave
Un elemento clave para sustentar que aún a día de hoy EEUU siga siendo un país en el que los ciudadanos sigan teniendo derecho a comprar y tener armas, que los norteamericanos sean el 4,4% de la población global pero posean el 42% de las armas de todo el mundo y el primero per cápita, a cuatro décimas del segundo, Yemen, es el negocio del sector.
En EEUU, alrededor del 44% de los adultos viven con un arma en casa y un tercio tiene una personalmente. Concretamente, hay más armas que personas: unos 393 millones disponibles frente a una población de alrededor de 328 millones de personas.
La Asociación Nacional del Rifle es una organización estadounidense cuyo fin es la defensa del derecho a poseer armas. "Es un 'lobby' para defender tanto los intereses de los usuarios de armas como personas que las producen. Para asegurarse de que las leyes les permiten seguir fabricando", explica Dubin.
El principal motivo por el que esta asociación tiene tanto poder en el país es por la gran cantidad de "dinero que gastan". "Es la organización nacional que más dinero dona y, además, trabaja mucho con el miedo, creando una propia identidad y conectándola con el concepto de libertad", añade. "En la Constitución muchos derechos están escritos en términos negativos, limitan el poder del Gobierno y reflejan el miedo. Siempre se habla de derechos naturales y que se debe asegurar de que el Gobierno no se meta", indica.
Solo el gasto de la mencionada asociación en 2020-2021 para campañas y para políticos, sobre todo republicanos, aunque también algún demócrata, ascendió hasta los 30 millones de dólares.
"Es un negocio que puede que abogue por la libertad, pero al final es una asociación en la que desde dentro se trata como una empresa y que trata de sacar la mayor rentabilidad aprovechando la ideología", defiende el experto en derechos humanos y cooperación internacional.
30 millones en campañas
Solo el gasto de la mencionada asociación en 2020-2021 para campañas y para políticos, sobre todo republicanos, aunque también algún demócrata, ascendió hasta los 30 millones de dólares y los sueldos de los jefes de estas compañías oscilan entre los dos y tres millones de dólares.
"Apoyan el uso de armas argumentando que es la primera línea de la defensa contra un Estado poderoso (...) Se basan en la idea de que deben proteger su casa y evitar que un Estado con demasiado poder arrebate los derechos", continúa.
Según Dubin, el "miedo histórico" está arraigado en la sociedad estadounidense e, incluso, señala que con la elección de Barack Obama (2009-2017) como presidente del país, se produjo el mayor incremento en la compra de armas de la historia "por miedo a imponerse a los derechos de los ciudadanos".
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