Aya, la bebé que recibió su nombre del "milagro" que la llevó a sobrevivir al terremoto que azotó Siria y Turquía, ha sido trasladada a un lugar seguro tras tres intentos de secuestro por parte de grupos armados. La niña, que apareció entre los escombros cuando aún tenía el cordón umbilical -su madre falleció poco después de dar a luz- se encontraba en un hospital de la localidad de Afrin, pero las autoridades del centro la han trasladado a un lugar seguro, según ha informado la BBC.
La bebé está en el punto de mira de la División Sultán Murad, una facción rebelde siria que recibe respaldo de Turquía y que está acusada de usar niños soldado en el marco del conflicto en el país árabe. Concretamente, el hospital de Afrin se encuentra en una región controlada por la oposición.
En tanto, la bebé de apenas una semana fue nombrada Aya por decisión de los trabajadores del hospital que la atienden, todo ello mientras recibe tratamiento médico por los hematomas y magulladuras sufridos.
Intentos de secuestro por parte de los rebeldes
El lunes fue el reflejo de los actos de violencia que se han cometido en el hospital desde la llegada de la menor. Según ha relatado la cadena británica, un enfermero, acompañado por dos hombres armados, golpeó al director del centro sanitario. El jefe de la dirección de sanidad, el Dr. Ahmad Hajj Hassan, negó en las redes sociales que se tratara de un intento frustrado de secuestro de Aya: "Las acusaciones de secuestro fueron un malentendido. Se trataba de un asunto totalmente interno relacionado con el hospital y no tenía relación alguna con el bebé"
Tras su rescate, varias organizaciones han realizado llamadas y ofertas multimillonarias para adoptarla, un ímpetu que habría llevado a algunas facciones a irrumpir en el hospital, tratando de secuestrar a la niña, según ha denunciado el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Assad también trata de hacerse con la niña
No solo los rebeldes habrían tratado de hacerse con la bebé. Según el Observatorio, el Gobierno de Assad también busca hacerse con Aya. Oficiales de su Ejecutivo se han presentado en nombre de unos comerciantes de Damasco asegurando que pertenecían a una organización benéfica. Los médicos verificaron después que la "asociación" estaba a nombre de Asmaa al Assad, esposa del presidente sirio.
"Como la infante ha tenido una gran interacción y conocimiento a través de las plataformas de redes sociales, el régimen intenta secuestrarla para pulir su imagen frente a los medios globales y afirmar que sucede en las áreas que controla", ha sostenido la organización de Derechos Humanos.
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