El expresidente estadounidense Donald Trump anunció este viernes que su equipo legal va a apelar el veredicto de ayer, en el que fue declarado culpable por un jurado popular, basándose en numerosos argumentos.
Entre ellos, citó que "no nos permitieron traer a testigos, no nos permitieron hablar, no nos permitieron hacer nada. El juez fue un tirano", concluyó, en alusión al juez Juan Merchan, que presidió el tribunal.
"Vamos a apelar esta estafa", aseguró.
Además, ha asegurado que
aseguró hoy que sigue liderando los sondeos para las elecciones presidenciales de noviembre porque el pueblo entiende que fue "un juicio amañado".
En su primera conferencia de prensa celebrada en el rascacielos que lleva su nombre en la Quinta Avenida de Nueva York, Trump citó una encuesta del Daily Mail, realizada 'en caliente' tras conocerse el veredicto, que le da una ventaja de 6 puntos frente a su rival demócrata, el presidente actual Joe Biden.
"Solo" pagos a un abogado
Sobre la condena, Trump ha insistido en que lo único que hizo fue "pagar un gasto legal a un abogado, y como tal los expertos legales lo incluyeron así en los libros de cuentas", y ha denunciado cómo, a lo largo del proceso, ha asistido en silencio a la "crucifixión" de varios testigos a su favor con el permiso de un magistrado que "por fuera parece un ángel, pero por dentro es un demonio".
Los pagos a Clifford no fueron, a su juicio, "dinero para que se callara", sino que la actriz firmó un Acuerdo de No Divulgación al respecto de sus presuntas relaciones sexuales. "Y eso es algo perfectamente legal", ha indicado.
El mandatario ha insistido además que siempre ha querido testificar pero no lo ha hecho por recomendación de sus abogados. "Me daba igual el perjurio. No me importa exponerme porque hay cosas que hay que hacer por este país. Esto es más grande que Trump, más grande que mi Presidencia", ha indicado.
Posible pena de cárcel
Por todo ello, Trump ha anunciado su intención de apelar la sentencia que le espera el próximo 11 de julio donde el juez Merchan podría imponerle pena de cárcel -el mandatario aseguró que le quieren "meter 187 años" pero en realidad solo se contempla un máximo de 20 años-, libertad condicional o arresto domiciliario. "Vamos a apelar contra esta estafa, vamos a apelarla por todas partes", ha indicado.
"Vamos a proseguir con la lucha. Vamos a volver a hacer grande de nuevo a América, porque estamos en graves problemas", ha añadido Trump en un discurso en el que se ha también se ha desviado ocasionalmente hacia lo que describió como una nueva crisis migratoria, marcada por la entrada indiscriminada de "lunáticos y criminales", que viven en "hoteles de lujo" que les ponen "los demócratas".
"El 5 de noviembre será el día más importante de la historia de nuestro país", ha zanjado el expresidente antes de abandonar su estrado en el vestíbulo de la Trump Tower sin responder a las preguntas de los medios.
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