Las Fuerzas Armadas de Ucrania crearán nuevas unidades formadas exclusivamente por antiguos presos comunes liberados tras haber firmado contratos para sumarse al Ejército que serán desplegadas en la línea del frente, según ha anunciado el ministro de Justicia del país, Denys Maliuska, en una intervención en televisión recogida por EFE. Más tarde ha explicado que la decisión de no mezclar a condenados y soldados ordinarios podría ser reconsiderada más adelante.
El ministro ha revelado que los tribunales ucranianos han aprobado ya las peticiones de firmar un contrato con el Ejército para salir de prisión antes del cumplimiento íntegro de su pena de más de 600 presidiarios ucranianos. Estos nuevos reclutas reciben en estos momentos instrucción militar para poder ser enviados a combatir.
Según datos hechos públicos el 17 de mayo por el propio Maliuska, unos 5.000 presos comunes ucranianos han solicitado firmar contratos con el Ejército acogiéndose a la legislación aprobada por el Parlamento ucraniano que permite a ciertas categorías de condenados ser liberados antes de tiempo para unirse a las Fuerzas Armadas. El Ministerio de Justicia calcula entre 15.000 y 20.000 el número de presos comunes que tienen derecho a acogerse a esta opción. La ley en cuestión aprobada a principios de mayo excluye de esta posibilidad a los condenados por delitos como asesinato múltiple, violación o corrupción política.
Con la ley mencionada y otras medidas que fomentan el alistamiento en sus Fuerzas Armadas, Kiev busca engrosar las filas de su Ejército para reducir la brecha en personal que le separa del Ejército de Rusia.
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