Internacional

La UE considera "poco probable" un pacto post-Brexit a tiempo por las condiciones de Reino Unido

Bruselas denuncia la falta de voluntad británica y alerta de que, en este momento, las negociaciones están abocadas a incumplir el calendario que evitaría una ruptura caótica

El negociador europeo para la relación futura con Reino Unido, Michel Barnier, ha avisado este jueves desde Londres de que con las líneas rojas que impone el Gobierno británico en las negociaciones post Brexit cree "poco probable" que la UE y Reino Unido puedan pactar un marco para la relación futura antes de que se confirme el divorcio en diciembre de este año.

"Por su negativa actual a aceptar condiciones para una competencia abierta y justa y para un acuerdo equilibrado sobre la pesca, Reino Unido hace poco probable un acuerdo comercial en este momento", ha declarado Barnier en una rueda de prensa desde la capital británica, tras participar esta semana en una nueva ronda de conversaciones.

El negociador británico, David Frost, ha lamentado que claramente no será posible lograr un principio de acuerdo en este mes de julio sobre las cuestiones clave de la relación futura, tal y como ambicionaban las partes, para determinar si es viable cumplir el calendario global.

Pero Barnier ha ido más allá y ha avisado de que si Reino Unido "no se mueve de sus posiciones" sobre elementos clave también ve "muy difícil" el acuerdo en el mes de octubre, fecha en la que la UE ve el límite para iniciar la tramitación legal que permita que el pacto entre en vigor a tiempo para evitar una ruptura caótica.

"La fecha de octubre no solo es realista, sino que es necesaria", ha precisado Barnier, para conceder que aún cree posible cumplir el calendario pero solo si se dan cambios fundamentales en las posiciones británicas.

El excomisario y exministro francés ha subrayado que quedan apenas cinco meses para que se produzca la desconexión definitiva, cuando el 31 de diciembre expire el periodo de transición que mantiene el 'statu quo' con Reino Unido pese a no ser ya un Estado miembro.

"Si no logramos un acuerdo habrá más fricciones, sobre todo en lo comercial, habrá aranceles y cuotas. Esa es la verdad del Brexit y yo seguiré diciendo la verdad", ha expresado Barnier, para después insistir en que la única manera de evitar tales fricciones será hallar un acuerdo de futuro "a más tardar en octubre", de modo que el texto legal esté listo para entrar en vigor el 1 de enero del próximo año.

Los principales escollos siguen siendo le negativa de Londres a aceptar las garantías que pide Bruselas con respecto a la igualdad de condiciones en materia de competencia y también el acuerdo pesquero, con la UE reclamando acceso a las aguas británicas a cambio de la apertura comercial y Reino Unido rechazando de plano esta concesión.

En lo que afecta a la flota comunitaria, Reino Unido aspira a una "exclusión casi total" de los buques europeos de las aguas británicas, lo que Barnier ha considerado "inaceptable".

El negociador europeo ha indicado que no se ha "ningún avance en absoluto" en lo que al régimen de ayudas de Estado se refiere -a pesar del compromiso de avanzar en esta línea acordado en la declaración política que marca la hoja de ruta- y ha criticado la ausencia total de voluntad británica por acercar posiciones.

Tampoco ha visto Barnier compromiso británico para evitar rebajar los estándares regulatorios en cuestiones medioambientales, sociales, clima o normas laborales. El político galo ha dicho entender que Reino Unido quiera mantener su autonomía regulatoria, pero ha dejado claro que ello no puede ser "a costa de una incertidumbre a largo plazo y de la desventaja para nuestras empresas".

Reino Unido reivindica soberanía

La delegación británica, sin embargo, cree que ha dejado claro la necesidad de "apuntalar" el futuro de Reino Unido "como un país política y económicamente independiente". "Cualquier acuerdo tiene que cumplir por completo estos principios", ha apostillado.

El negociador jefe británico ha señalado en un comunicado que las propuestas de la Unión Europea "hasta ahora" no cumplen lo que ha pedido el primer ministro británico, Boris Johnson, por lo que "siguen existiendo áreas sustanciales de desacuerdo".

"Concretamente, la Unión Europea ha escuchado a Reino Unido en algunos de los temas más importantes para nosotros, notablemente en el papel del Tribunal de Justicia, y celebramos este enfoque más pragmático", ha indicado el negociador jefe británico.

Frost ha señalado que la delegación británica ha escuchado "la preocupación" de la UE sobre una "compleja serie de acuerdos al estilo de Suiza", por lo que el Gobierno británico está preparado para estudiar "estructuras más simples que den lugar a términos satisfactorios para arreglar disputas y temas de gobernanza".

Tras destacar que ha habido "discusiones constructivas sobre comercio de productos y servicios" y en algunos de los acuerdos sectoriales, "notablemente en transporte, cooperación en seguridad social y participación en programas de la UE, Frost ha indicado que también se ha profundizado en el entendimiento en las "limitaciones en temas de seguridad".

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