La situación en Afganistán tras la llegada de los talibán al poder ha empeorado a pasos agigantados en los últimos días. La toma de Kabul y del palacio presidencial provocó, según los insurgentes, "el fin de la guerra", pero supuso el estallido del caos y del miedo y la estampida de los ciudadanos internacionales y sus colaboradores. En el aeropuerto y en sus inmediaciones se han visto imágenes terroríficas, fruto de la desesperación. Una semana más tarde, todavía no se ha normalizado la situación.
Siguiendo el ejemplo de otros países, el gobierno español ha iniciado un plan de evacuación para sacar del país a todos los nacionales que viven en el país asiático y a afganos que en algún momento han participado política o económicamente con España. Este mismo martes aterrizarán en el aeropuerto de Torrejón de Ardoz otros tres aviones con 390 personas. Según la ministra de Defensa el objetivo del gobierno es sacar del país al mayor número de gente mientras la situación lo permita.
Después de 20 años de gobierno tutelado por los Estados Unidos, los talibanes iniciaron este agosto un plan de reconquista del país para recuperar el control del mismo. El rápido avance de las tropas insurgentes ha provocado la propagación del miedo y el estallido del caos en todo el país. El objetivo final era la toma de Kabul; tras conseguirlo este domingo 15 de agosto, el presidente, Ashraf Ghani, tuvo que abandonar el país para evitar lo que habría sido un "desastre", asumiendo de esta manera la derrota, aunque también ha cuestionado la legitimidad de los talibanes.
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