"No podemos formar Gobierno en España, aunque algunas veces nos gustaría. No depende de nosotros, le corresponde a los electores y a los políticos", el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, tiró el viernes de ironía para expresar el sentir de las instituciones europeas frente al bloqueo político que sufre España.
La parálisis española es uno de los ejes de la reunión informal de ministros de Asuntos Económicos y Financieros que se celebra este viérnes y sábado en Bratislava, ya que deben debatir parte del procedimiento que se debe dar cuando un país tiene un gobierno en funciones y debe, no obstante, cumplir con la exigencia de enviar a Bruselas su borrador presupuestario antes del 15 de octubre, Dijsselbloem reconoció que tienen que "aclarar los procedimientos. Lo hemos hecho ya un par de veces. Es muy complicado para la Comisión Europea juzgar un presupuesto si no lo tiene y es difícil para un Gobierno en funciones diseñar uno nuevo".
Los socios ya asumen que España no podrá entregar a tiempo el presupuesto de 2017, por lo que esperan unas cuentas prolongadas pero han lanzado un mensaje a la clase política española. De hecho, al presidente del Eurogrupo se le han sumado para dar un toque de atención a Madrid el comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, y Benoit Coeuré, miembro del comité ejecutivo del Banco Central Europeo.
Moscovici reconoció en la jornada del viernes que las autoridades españolas están en funciones y que no podrán cumplir con la regla de entregar sus presupuestos antes del 15 de octubre. Sin embargo, esta regla no desaparece, al igual que la obligación de ejecutar las medidas de ajuste que se le exigieron a España en julio a cambio de anular las sanciones por déficit excesivo, algo que le corresponderá al nuevo Gobierno cuando disponga de plenos poderes.
Bruselas espera un borrador presupuestario basado en la asunción de que no haya cambios en políticas y que debe ser presentado el 15 de octubre
Moscovici defendió la decisión de la Comisión de anular las sanciones a España y Portugal y se declaró "harto" de las "acusaciones" que ha recibido la Comisión Europea en torno a esta decisión, proceso en el que aseguró que la institución, "que es política, pero no politizada", actuó sin presiones, aunque en contacto con los Gobiernos y señaló que "está claro que en el contexto político actual la capacidad de actuación es limitada", pero destacó que a pesar de ello esperan "un borrador presupuestario basado en la asunción de que no haya cambios en políticas y que debe ser presentado el 15 de octubre".
No obstante, el miembro francés del Banco Central Europeo (BCE), Benoît Coeuré, lanzó una advertencia en presencia del comisario respecto al peligro de no ser consecuente a la hora de tomar decisiones sobre disciplina fiscal.
El comisario tuvo enfrente al consejero del BCE, el francés Benoît Coeuré, quien lanzó una advertencia respecto al peligro de no ser consecuente a la hora de tomar decisiones sobre disciplina fiscal y alertó sobre las consecuencias al señalar que "debemos evitar una situación en la que las reglas no se apliquen de manera transparente, consistente y predecible. Porque de lo contrario, pondría la credibilidad de todo el marco fiscal en riesgo".
Por su parte Dijsselbloem indicó que "independientemente de las decisiones del verano, los problemas presupuestarios de España no se han evaporado, siguen ahí. Le tocará al nuevo Gobierno retomarlos y volver a la senda correcta". Dijsselbloem recalcó también que la Comisión Europea, que propuso en julio no multar a España por incumplir sus compromisos sobre la reducción de su déficit público el año pasado, todavía tiene que tomar "algunas decisiones".
En concreto, la CE debe decidir, en consulta con la Eurocámara, si se suspenden los compromisos de los fondos estructurales y de inversión europeos para España a partir de enero de 2017, lo que se puede evitar presentando antes del 15 de octubre pruebas de que ha tomado acciones efectivas contra el déficit.
España debe pasar de un déficit del 5,1 % del PIB registrado en 2015 al 4,6 % este año, al 3,1 % el próximo y al 2,2 % en 2018
España tiene ahora que ajustarse a una nueva senda de consolidación y pasar de un déficit del 5,1 % del PIB registrado en 2015 al 4,6 % este año, al 3,1 % el próximo y al 2,2 % en 2018. Preguntado por si los socios europeos serán flexibles con España, Dijsselbloem recalcó que es necesario esperar a que se forme gobierno. "No podemos formar Gobierno en España, aunque algunas veces nos gustaría. No depende de nosotros, le corresponde a los electores y a los políticos", apuntó.
El Gobierno de España está en funciones desde hace 261 días al no haber logrado ninguna de las fuerzas políticas una mayoría suficiente en el Parlamento para formar gobierno ni en las elecciones del 20 de diciembre de 2015 ni en las del 26 de junio pasado.
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