La Unión Europea bloqueará la participación de Suiza en el programa de intercambio de estudiantes universitarios Erasmus+ y en el de I+D Horizonte 2020 como primera represalia por la introducción de cuotas a trabajadores comunitarios aprobada en el referéndum de este domingo, según han informado fuentes comunitarias. Por el momento, medidas muy suaves con el tradicional país neutral.
La introducción de cuotas para trabajadores europeos vulnera el acuerdo de libre circulación firmado entre la UE y Suiza y tendrá "consecuencias muy graves" para las relaciones bilaterales, según avisa la Comisión. Bruselas espera ahora que el Gobierno suizo le comunique oficialmente en qué plazos y de qué forma pretende poner en marcha estas restricciones antes de activar cualquier medida.
Los suizos han dado a entender que suspenderán el acuerdo de libre circulación con Croacia, el último integrante del clubo comunitario
La primera represalia se pondrá en marcha si Suiza decide paralizar la entrada de Croacia, que se adhirió a la UE el pasado julio, en el acuerdo de libre circulación. La ampliación a Croacia, una cuestión que hasta ahora era meramente técnica, está prevista para el 1 de julio y debe ser ratificada previamente por ambas partes. Pero tras el referéndum, los suizos ya han dado a entender a Bruselas que paralizarán el proceso. "Si lo suspenden, nosotros nos veremos obligados por nuestra parte a suspender las negociaciones sobre los acuerdos de investigación y Erasmus porque estos pactos contenían un vínculo con la extensión de la libre circulación a los ciudadanos de Croacia", ha explicado un alto funcionario comunitario.
El siguiente paso se producirá cuando el Gobierno suizo apruebe la legislación para introducir las cuotas, para lo que dispone según su marco constitucional de un plazo de tres años. "Puede haber un choque muy rápido o decisiones más lentas", explican las fuentes.
En cualquiera de los dos escenarios, el resultado final acabará siendo que una de las dos partes denuncie el acuerdo de libre circulación entre la UE y Suiza. Alrededor de un millón de ciudadanos de la UE trabajan en Suiza, mientras que 430.000 suizos trabajan en territorio comunitario. Todas estas personas quedarían en un "limbo" jurídico con "consecuencias desestabilizadoras".
Un millón de ciudadanos de la UE trabajan en Suiza, mientras que 430.000 suizos hacen lo propio en territorio comunitario. Todos quedarían en un "limbo jurídico"
En la medida en que la introducción de cuotas a los trabajadores obligue a imponer controles en la frontera, ello plantearía además un problema para la participación de Suiza en el espacio sin fronteras Schengen, según las fuente consultadas. Pero además, el acuerdo de libre circulación de personas, firmado en 1999, incluye una "cláusula-guillotina" que obligará a suspender otros seis acuerdos entre la UE y Suiza, principalmente en el dominio del transporte, mercados públicos y agricultura. Ello haría la vida "mucho más complicada" para ambas partes.
La suspensión debe en todo caso ser aprobada por unanimidad por los Veintiocho. El Gobierno suizo abordará la situación creada por el referéndum el próximo miércoles y la UE espera recibir ya ese día las primeras indicaciones sobre cómo procederá en la introducción de las cuotas. Al mismo tiempo, los embajadores de los 28 tenían previsto aprobar ese mismo miércoles un mandato para negociar un nuevo acuerdo institucional entre la UE y Suiza que englobe todos los pactos sectoriales. Bruselas recomienda a los Estados miembros que sigan adelante con el plan a la espera de signos de Ginebra.
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