La Administración de Joe Biden está tratando de implementar la vacunación contra la covid-19 a la mayor parte de su población. Hace dos meses, estableció su obligatoriedad en trabajadores del sector público, esta semana ya ha aprobado la vacunación a niños de entre cinco y 11 años y, este jueves, ha anunciado que será una norma también en las empresas privadas.
El presidente de Estados Unidos ha comunicado que el 4 de enero de 2022 será la fecha límite para que los trabajadores del sector privado -de empresas con más de 100 empleados- estén inmunizados contra el coronavirus o, si se niegan a hacerlo, someterse a pruebas diagnósticas desde ese momento, según ha informado 'The New York Times'.
La nueva orden cubre a alrededor de 84 millones de empleados en el país norteamericano, que deberán estar completamente vacunados o, en su defecto, someterse a pruebas semanales para demostrar que no están infectados.
La Administración pretende hacer frente a la pandemia e impulsar el ritmo de vacunación contra el virus porque, además, pone en peligro el proceso de recuperación económica
El pasado 10 de septiembre, la Administración estadounidense informó que sería obligatoria la vacunación contra el viru de los empleados federales con el fin de "garantizar la salud y la seguridad" tanto de ellos como de los ciudadanos a los que atienden.
Biden emitió entonces una orden en la que destacaba que la política de su Administración pasa por detener el avance de la enfermedad, y especialmente de la variante Delta, con "medidas de salud públicas basadas en la ciencia" y en concordancia con la determinación de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), pertenecientes al Departamento de Salud, sobre el hecho de que "la mejor manera de frenar la propagación de la covid-19 (...) es vacunándose".
"Es esencial que los empleados federales tomen todas las medidas disponibles para protegerse y evitar transmitir covid-19 a sus compañeros de trabajo y miembros del público (...) He determinado que, para promover la salud y seguridad de la fuerza laboral federal y la eficiencia del servicio civil, es necesario exigir la vacuna covid-19 para todos los empleados federales", aseveróel presidente estadounidense.
Ligado a la recuperación económica
Asimismo, matizó que cada agencia del Gobierno implementaría "en la medida que sea compatible con la Ley" un programa de vacunación para sus empleados antes de siguientes siete días a la publicación de la orden.
Con la medida en el sector público, la Administración pretendía hacer frente a la pandemia e impulsar el ritmo de vacunación contra la enfermedad que pone en peligro el proceso de recuperación económica del país.
De este modo, se contradice la norma anterior decretada por el Gobierno de Estados Unidos que permitía que los empleados públicos no se vacunasen si utilizaban las medidas de protección adecuadas y presentaban pruebas negativas de detección del virus.
Así, esta medida en el caso del sector público afecta a, aproximadamente, 100 millones de estadounidenses, 80 millones de ellos se enmarcan dentro de la medida que obliga a que todas las empresas con al menos cien empleados deban exigir vacunas o los empleados deberán someterse a pruebas periódicas, según detallaba la cadena CBS.
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