Más de un mes después del estallido de la guerra, seguimos consternados. Y todavía son muchas las personas que necesitan ayuda. Los países de la OTAN se han volcado con Ucrania y han enviado ayuda de todo tipo, han puesto duras sanciones a los rusos y han facilitado la evacuación de personas. Pero aun así, queda mucho por hacer. Envera, una ONG ligada a Iberia, detectó un problema al que poca gente estaba prestando atención: la situación de personas con discapacidad intelectual, que por unas cosas o por otras, no podían acceder a los refugios ni salir del país. Y quisieron ayudar.
Al principio, colaboraron con el envío de mercancías, como alimentos, ropa y medicamentos. Pero en un momento dado quisieron hacer más por estas personas. Y fue entonces cuando decidieron que su manera de ayudar era facilitando que todas estas personas pudieran continuar con la terapia y psicólogos necesarios, ahora que el país ha quedado paralizado. Durante la pandemia ya realizaron esta labor enviando vídeos personalizados para todos esos chicos y chicas que no podían acceder a sus sesiones. Ahora están adaptándolos y los están enviando a Ucrania traducidos, para ayudarles a hacer frente a la situación de guerra que están viviendo.
La asociación Envera nació hace 45 años, cuando un grupo de trabajadores de Iberia con hijos con discapacidad intelectual se pusieron de acuerdo para crear una organización que les ayudara a sacar adelante a sus hijos. Virginia Ródenas, Directora de Comunicación y Relaciones Institucionales del Grupo Envera, explica que el objetivo de la organización es "que estas personas ocupen con dignidad su lugar en el mundo, acompañándolas en todo su ciclo vital". Entre otras cosas se encargan de proporcionarles atención temprana, apoyo escolar y formación, inserción laboral y empleo, ocio, cultura y deporte, así como asistencia en residencias, centros ocupacionales y centros de día para personas con grandes necesidades de apoyo.
La idea de enviar vídeos
La idea surgió cuando Juan Arce, trabajador del departamento de comunicación de la asociación, se puso en contacto con una ONG en Ucrania, VGO Coalition, que se dedica a la terapia con personas enfermas. Su directora, madre de una niña con autismo, Yuliia Klepets, le contó a Arce la dura situación que estaban pasando los chicos y chicas como su hija: cuando comenzaban a sonar las sirenas que avisaban a los ciudadanos de que había que esconderse en los búnkeres, eran incapaces de salir de casa porque entraban en bloqueo o porque se hacía imposible su traslado.
Cuando Arce le contó el proyecto que habían llevado a cabo durante la pandemia de grabar vídeos terapéuticos para los niños enfermos en Madrid, Yuliia pensó que sería muy buena idea aprovecharlos para los enfermos ucranianos. "Y fue entonces cuando nos pusimos manos a la obra", explica Arce a Vozpópuli.
La acción tiene dos puntos. Por un lado, en la traducción al ucraniano de los vídeos que ya se grabaron durante la pandemia. "Estos vídeos son más generales. De relajación, sesiones para reducir la ansiedad... Y todos están hechos por nuestros terapeutas y psicólogos", explica por su parte Ródenas. Por otro lado, están grabando nuevos vídeos personalizados, según las necesidades de cada persona, para hacer que no tengan que perder terapias que para ellos son fundamentales. "Se puede llegar a un punto de no retorno para personas que en otras circunstancias podrían avanzar", apunta Arce, para destacar la importancia de estos vídeos.
Desde Ucrania están enormemente agradecidos por esta labor que, "aunque pequeña", es muy necesaria. "Yuliia le dio mucho valor a que gente más allá de la frontera se esté preocupando por ellos", apunta Arce. Para todas las personas que quieran colaborar, se puede hacer una donación a la organización ucraniana 'All-Ukrainian VGO Coalition for People with Intellectual Disabilities', a esta cuenta: UA203052990000026005010114058.
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