El virus B pone en alerta a China. Las autoridades han vuelto a poner el foco en este país después de que se haya diagnosticado de manera crítica en un hombre de 37 años en Hong Kong. No es la primera que se detecta un caso de este estilo, pero todas las alarmas saltan después de la pandemia de coronavirus. El paciente fue ingresado con sintomatología grave y es que ha pasado de tener fiebre hasta haber perdido la consciencia.
Los resultados de una prueba del líquido cefalorraquídeo del individuo confirmaron la presencia del virus B, también conocido como “virus simiae”. La investigación preliminar arrojó luz sobre el posible origen de la infección de este paciente y se determinó que estuvo en contacto con monos salvajes durante una excursión al parque Kam Shan a finales de febrero, donde sufrió heridas.
El Parque Rural Kam Shan, conocido como la "colina de los monos", alberga una gran población de aproximadamente 1.800 macacos, lo que representa casi el 85 % de los monos salvajes de Hong Kong. La excesiva dependencia de estos animales de la alimentación humana los ha convertido en agresivos, propensos a atacar para arrebatar la comida de los visitantes desprevenidos.
Según han explicado desde los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), la infección por el virus B es "extremadamente rara". Sin embargo, su contagio puede llegar a provocar "daños cerebrales graves o la muerte si no se recibe tratamiento". La infección está causada por los monos macacos que están infectados con este virus sin que presenten síntomas visibles. El virus B fue identificado por primera vez en el año 1932 y desde ese momento solo se han registrado 50 casos de infecciones, de las que 21 personas han fallecido.
Los casos de virus B
Ante el grave estado en el que se encuentra este paciente, las autoridades sanitarias están trabajando para contener la propagación de este virus y también proporcionar atención médica adecuada. De esta manera, se ha intensificado la vigilancia epidemiológica y se está llevando a cabo un esfuerzo especial para identificar el origen del mono salvaje que atacó a este hombre. Esta situación ha planteado diferentes interrogantes sobre la interacción entre los seres humos y la vida silvestre que se lleva en Hong Kong, y también sobre la necesidad de implementar medidas adicionales para prevenir futuros casos de contagio.
Hay que tener en cuenta que los primates infectados por virus B no suelen manifestar síntomas, pero en algunas casos raros, este virus puede llegar a ocasionar enfermedades que pueden ser potencialmente mortales en los humanos que han tenido contacto mucoso o percutáneo (con mordeduras, arañazos o salpicaduras) con saliva y otro tipo de fluidos corporales de primates.
En el caso de infecciones no tratadas, aproximadamente el 70% de los casos de virus B pueden desencadenar una encefalitis fatal en los humanos. El periodo de incubación de la enfermedad en las personas puede variar, generalmente suele ser entre 3 y 7 días después de estar en exposición y, en otros casos, los síntomas pueden llegar a aparecer un mes más tarde.
La infección por el virus B puede presentar una variedad de indicios que van de síntomas iniciales de la gripe hasta manifestaciones adicionales como, por ejemplo, vómitos, náuseas, dolor abdominal o inflamación de los ganglios linfáticos.
En China, un veterinario que vivía en Pekín fue confirmado como el primer caso de infección humana por el virus del mono B, y posteriormente murió a causa del mismo en 2021. El veterinario trabajaba en una institución dedicada a la investigación de primates, presentó síntomas iniciales de náuseas y vómitos, un mes después de haber disecado dos monos muertos, según explicó el Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades.
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