El candidato del oficialista Partido Progresista Democrático (PPD), William Lai, ha ganado las elecciones presidenciales celebradas este sábado en Taiwán con un 40,05 por ciento de los votos, según resultados provisionales correspondientes al 99,97 por ciento del escrutinio.
Lai ha destacado que estos resultados suponen un éxito por la "resistencia ante la influencia exterior", en referencia a las presiones de China para lograr la victoria de un candidato afín. Además, suponen que "Taiwán seguirá en el lado de la democracia y no del autoritarismo", "que seguirá caminando con sus aliados democráticos", y que el país "continuará por el camino correcto, sin ir hacia atrás".
"Esta es nuestra insistencia. No nos rendimos", ha resaltado Lai en su intervención ante sus simpatizantes, en la que ha agradecido a sus dos oponentes por su comportamiento democrático tras reconocer su derrota. "He recibido sus llamadas de felicitación", ha destacado.
Lai se perfila así como sucesor de la presidenta saliente Tsai Ing Wen, también del PPD, considerada la formación más alejada de las posiciones de Pekín. Con esta victoria, el PPD logra un tercer mandato consecutivo de cuatro años al frente del país, un hito sin precedentes en la historia de Taiwán desde que comenzó a elegirse en comicios directos al jefe del Estado, en 1996.
Los dos principales rivales de Lai han reconocido ya su victoria, según informa la prensa taiwanesa. El candidato presidencial del Partido Nacionalista de China, el Kuomintang, Hou Yu Ih, ha comparecido ante sus simpatizantes en la sede del partido y ha felicitado a Lai por su victoria.
Hou ha pedido perdón a sus seguidores por no haber podido lograr la victoria y ha emplazado al vencedor a "escuchar la voz de la gente". Además, ha pedido al nuevo gobierno del PPD que sea "más transparente y eficaz" y garantice la seguridad de Taiwán.
Hou sería el segundo más votado con un 33,49 por ciento, por delante del candidato del Partido Popular de Taiwán (PPT), Ko Wen Je, que habría logrado un 26,46 por ciento de apoyo, según datos de la Comisión Electoral Central.
Ko ha destacado los "muchos milagros" logrados por el PPT gracias a "pequeñas donaciones" y ha asegurado que los resultados logrados por su partido -formado en 2019- son positivos para la política taiwanesa. "En el camino hacia la justicia, en el camino para lograr una nación sostenible, Ko Wen Je no cejará y os pido por favor que no os rindáis tampoco", ha afirmado, según recoge el portal Focus Taiwan.
Pérdida de la mayoría legislativa
Sin embargo, la victoria de Lai se ha visto ligeramente empañada porque su partido el PPD, no mantiene el control del Yuan Legislativo o Parlamento unicameral taiwanés. "No hemos trabajado lo suficiente. Hemos de revisar con humildad la situación. Los resultados de las elecciones nos dicen que la gente espera un gobierno capaz y controles eficaces. Comprendemos este mensaje y lo respetamos", ha declarado Lai en su intervención.
Así, se ha comprometido a "estudiar en profundidad las opiniones políticas" de sus dos rivales y a "incorporarlas siempre y cuando se satisfaga la necesidad de desarrollo nacional". Lai ha asegurado que realizará los nombramientos "en función de las capacidades", sin atender a las siglas del partido al que pertenezcan los posibles candidatos. "Vamos a dar prioridad a cuestiones en las que todos los partidos compartan un consenso. Si no hay consenso y no hay urgencia, seguiremos dialogando", ha subrayado.
El PPD controlará 51 de los 113 escaños de la Cámara, por detrás de los 52 asientos del Kuomintang, mientras que el PPT tendrá ocho representantes en la Cámara. Es la primera vez desde 2004 que ningún partido tiene la mayoría.
El PPD ha perdido once escaños con respecto a los 62 de la anterior legislatura, lejos de los 57 asientos necesarios para garantizarse una mayoría. Todo apunta a que el Kuomintang y el PPT llegarán a un acuerdo para presidir el Parlamento.
Se han quedado fuera otras formaciones como el Partido del Nuevo Poder, que tenía tres representantes, pero que no ha conseguido vencer en ninguna de las circunscripciones de elección directa por mayoría ni ha conseguido el 5 por ciento mínimo necesario fijado por ley para tener representación en el reparto de voto proporcional. Sí han obtenido escaño dos independientes considerados afines al Kuomintang.
Las elecciones han tenido lugar en un ambiente de absoluta tranquilidad pero la Policía de Taiwán ha constatado 92 casos de violaciones de la ley electoral, la mitad de ellos por hacer fotos de una papeleta o llevar un teléfono a la cabina de votación.
China reacciona indiferente a la victoria de Lai en Taiwán
El Gobierno chino ha reaccionado este sábado a la victoria de William Lai en las elecciones presidenciales de Taiwán expresando su completa indiferencia ante el proceso electoral y el resultado del mismo al asegurar que "el hecho básico de que Taiwán es parte de China no va a cambiar" sin importar "los cambios que ocurran en Taiwán".
"La posición del Gobierno chino es la de defender el principio de una sola China y de oponerse al separatismo de corrientes como 'la independencia de Taiwán', o la de 'Dos Chinas' o la de 'una China, un Taiwán'", ha hecho saber el Ministerio de Exteriores chino en un comunicado.
"Esta posición no va a cambiar, como tampoco va a cambiar el consenso predominante de la comunidad internacional sobre la defensa del principio de una sola China", ha añadido el Ministerio en la nota, recogida por el diario estatal 'Global Times'.
En días anteriores a los comicios, el Gobierno chino había descrito a Lai como un "instigador de la guerra" por sus declaraciones de años previos a favor de una declaración formal de independencia. Lai acabó matizando estos comentarios para presentarse como un continuista a favor de la preservación del actual estatus de la isla.
Taiwán fue el último reducto que no pudo tomar el Ejército Popular de Liberación de Mao Zedong durante la revolución que culminó en 1949, por lo que formalmente la isla sigue siendo la República de China, por oposición a la República Popular China con capital en Pekín.
El Gobierno chino considera a la isla como parte del país y bajo su soberanía y advierte de que podría imponer su control incluso por la fuerza. Taiwán, por su parte, cuenta con el apoyo de Estados Unidos y sus aliados.
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