El secuestrador del supermercado judío, abatido este viernes en la operación policial para liberar a los rehenes, Amedi Coulibaly, mantuvo el julio de 2009 un encuentro con el entonces presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, dado que fue elegido para representar a los jóvenes que trabajaban en distintas empresas con contratos de formación. Antes de este encuentro, un periodista de Le Parisien entervistó al joven, que entonces se mostraba nervioso por la audiencia con el presidente galo.
Por aquel entonces, el sospecho, que tenía 27 años, casi no había salido del su ciudad natal, Grigny, donde trabajaba en la planta de Coca-Cola. Ante la pregunta de qué le iba a contar a Sarkozy, el periodista relata que en primer lugar le iba a decir "hola" y que posteriormente le contaría su experiencia profesional con el fin de que el presidente le pudiera "ayudar", ya que su contrato finalizaba el 30 de septiembre.
Además, cuenta en la entrevista que tenía la mision de llevar "autógrafos y fotografías". "En Grigny no estamos acostumbrados a ir al Elíseo", comentaba el joven que esperaba no sentirse "intimidado por el protocolo". Por otro lado, el chico dio su opinión sobre el entonces presidente de la República y aseguró que entre los jóvenes Sarkozy no era "verdaderamente popular".
Tras el encuentro, comentó a los periodistas sobre Sarkozy: "Es impresionante en la vida real. Nos guste o no, sigue siendo el presidente".
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