Realmente, muchos de los contenidos de un manual de mitología clásica podrían ser utilizados para explicar los movimientos cotidianos de nuestra sociedad. Los Trabajos y los Días de Hesiodo son totalmente aplicables en una sociedad en la que el esfuerzo, el trabajo y la constancia se han cambiado por el “tanto aparento, tanto valgo”.
Por eso me gustan los sitios donde te sirven bien sin pensar en la propina que vas a dejar, donde no se molestan si pides alguna aclaración sobre un menú y donde los dependientes entienden al menos un poco de lo que venden. Con esta misma disposición nace www.marabilias.com.
Como siempre, hay algo de magia en el lanzamiento de un canal informativo. Después de unas semanas, se ha demostrado una vez más que una buena dosis de voluntad, un equipo de amigos preguntando más por el “cuándo” que por el “cuanto” y la obligada ración de improvisación a la española es todo lo que hace falta para que un proyecto vea la luz en fechas. Así llega al “mercado de los medios” este hermano pequeño de www.vozpopuli.com, con la esperanza de sacar las mismas notas.
Queremos ser una opción de ocio inteligente, con ideas asequibles y que todos nos merecemos. Me niego a creer que aquí todo el mundo ha vivido por encima de sus posibilidades, me niego a aceptar que el pesimismo es un estilo de vida y que todo está tan mal que no hay solución. Para empezar, hay que creérselo y salir cada día con una sonrisa de casa, que por ahora sigue siendo gratis.
Todo está muy relacionado. Venus nació en una playa de Chipre y logró convertirse en una “celebrity”. Tanto que un joven mozo, llamado Tannhäuser, pasó siete años viendo sus desnudeces y disfrutando de sus fiestas en “Venusberg” (La Montaña de Venus) antes de ir a pedir perdón al papa Urbano IV.
Se cree que con Merkel las cosas hubieran sido diferentes y con Francisco I en Roma hubieran salido a cenar al Trastevere. Por supuesto, el Papa no le perdonó. Es más, le dijo que antes florecería su bastón de peregrino que el pecador alemán obtuviera el perdón. Pero… ¡Oh, sorpresa! ¡Divino tesoro! Al salir de Roma el “palo seco”, porque por aquel entonces no existían los bastones de trekking, reverdeció. Venus siguió, y hasta el mismo Blade Runner se dejó influir por esta ópera.
"Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto Rayos-C brillar en la oscuridad, cerca de la puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir".
Todo lo contrario queremos que suceda con Marabilias. Podemos enamorarnos en las mejores playas de Chipre, disfrutar del Nacimiento de Venus de Botticelli, celebrar el centenario de Wagner en Bayreuth o con un buen equipo de música en un sofá confortable, abriendo una botella de vino que nos sorprenda para bien pese a no llegar a los 10 euros. Todo al mismo tiempo y sin tener la sensación de cometer un pecado por fomentar el disfrute de las cosas más sencillas.
No siempre lo más caro es lo mejor. Algo tan simple parece ahora “lo más”. En un país donde nuestros dirigentes juegan a ver quién gana menos, como si esto fuera un concurso para ver quien la tiene más corta, las cosas no pueden ir bien. A la larga eso genera pereza estética, y la verdad es que hay mucha gente que da pereza: desde las cortesanas que no acaban de acertar con sus “retoques faciales” hasta los tuercebotas que confunden la etiqueta con el estilo.
Pese a quien pese, el viejo tango tenía razón:
¡Ignorante, sabio, chorro,
generoso o estafador!...
¡Todo es igual! ¡Nada es mejor!
¡Lo mismo un burro
que un gran profesor!
Quédate un rato cotilleando por este mundo de Marabilias y seguro que luego verás con más cariño a tu vecino.
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