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La versión más deportiva del 911: diseñado para carretera y circuito

Porsche conmemora el 50 aniversario del primer 911 con el lanzamiento de la versión GT3, un modelo que llegará a los concesionarios el próximo mes de septiembre y que destaca por una puesta a punto pensada no sólo para disfrutar en carretera, sino también en circuito.

Vende más que nunca y sus beneficios siguen la misma tendencia. Los deportivos de la marca alemana siguen siendo admirados y deseados en todo el mundo, con el 911 como estandarte de una estirpe de modelos que ha sabido mantenerse fiel a sus orígenes, adaptándose a los nuevos tiempos pero manteniendo la esencia inicial. Y es que han pasado ya 50 años desde que Porsche lanzara al mercado su primer 911, un hito que conmemora ahora desarrollando la quinta generación del 911 GT3, el más deportivo de la gama, aunque no el más potente.

El nuevo GT3, que llegará a los concesionarios de la marca a partir del próximo mes de septiembre, cuenta con todos los argumentos para disfrutar al máximo a sus mandos, ya sea en carretera o en circuito. Entre sus novedades, motor aparte, destaca una dirección que actúa también sobre las ruedas traseras, un sistema diseñado para mejorar la estabilidad y la precisión en curva a alta velocidad y que Porsche estrena en este nuevo deportivo.

La carrocería está realizada en acero y aluminio para ajustar el peso al máximo y, frente al Carrera S, resulta 44 milímetros más ancha en el eje trasero. Una mayor anchura en busca de mejorar el aplomo y la eficacia en plena fase de aceleración, incorporando para ello también un diferencial autoblocante trasero controlado electrónicamente que asegura el mejor reparto posible de par entre las ruedas posteriores. Como coche destinado a la competición, el GT3 permite regular la suspensión y ajustar la geometría tanto en altura como en caída y convergencia.

Bajo el capó, mantiene la característica configuración boxer de seis cilindros, un motor basado en el del propio Carrera S aunque con profundas modificaciones para adaptarlo a la mayor personalidad deportiva del GT3. Un nuevo cigüeñal, bielas realizadas en titanio o pistones forjados son algunas de las mejoras que permiten que el rendimiento de este bloque de 3,8 litros aumente hasta los 475 CV y ofrezca, además, una superior capacidad de estirada, llegando hasta las 9.000 rpm.

Así, las prestaciones están a la altura de lo esperado, acelerando de 0 a 100 km/h en apenas 3,5 segundos, un segundo más rápido que el Carrera S, y alcanzando una velocidad máxima de 325 km/h. Su precio, también a la altura, casi 160.000 euros.

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