La experiencia de Renault en Fórmula 1 viene de hace más de tres décadas y, en todos estos años, ha ido trasladando parte del desarrollo de sus diferentes monoplazas a sus modelos de calle. En los últimos años, la llegada de los sistemas KERS, que empezó a ser utilizado hace cuatro temporadas, ha dado mucho que hablar sobre sus beneficios en la competición, pero indudablemente se trata de una innovadora tecnología que, aplicada a los modelos de calle, podría mejorar aspectos como los consumos o la seguridad, al permitir temporalmente disponer de potencia suplementaria para realizar maniobras como los adelantamientos.
Y ha sido Renault la primera marca en acercar esta tecnología al público de a pie, presentando este elaborado prototipo, el Twizy RSF1, sobre el que aplica su tecnología KERS para dar lugar a todo una versión tan especial como demuestra ya su trabajado diseño, lleno de guiños hacia la Fórmula 1. Cuenta con neumáticos slick de monoplaza, faldones laterales, difusores y un impactante alerón trasero realizado en fibra de carbono. Por dentro, un auténtico puesto de conducción propio de un monoplaza de competición, con un volante heredado de la Fórmula Renault 3.5, antesala de la Fórmula 1, adaptado a las funcionalidades del sistema KERS desarrollado para el Twizy RS, permitiendo desde él regular a través de uno de los mandos la potencia recuperada durante las frenadas.
Medidas todas ellas encaminadas a permitir al Twizy digerir el incremento de prestaciones que genera el KERS, capaz cuando se activa de multiplicar por seis la potencia, que pasa de 17 a 97 CV durante un periodo de alrededor de 13 segundos, tal y como sucede en los monoplazas de Fórmula 1. Un empuje de 80 CV adicionales que le permite al Twizy RSF1 una aceleración de 0 a 100 km/h similar a la del Mégane RS de 265 CV, seis segundos. Inicia su marcha y, una vez alcanza los 20 km/h, el piloto activa el sistema y se escucha un intenso silbido que da paso a una fulgurante aceleración, desapareciendo de nuestra vista en cuestión de segundos. Y es que de los 80 km/h de velocidad máxima del modelo de calle, el RSF1 llega hasta los 110. Una imagen que se nos graba en la retina, incrédulos de las posibilidades de un sistema que, en boca de Jesús Presa -Director de Comunicación de la marca en España- podría, ¿por que no?, incorporarse a un turismo de serie.
Un proyecto que se ha gestado además en un tiempo récord, 10 meses, desde el simple reto propuesto en el pasado Gran Premio de Valencia en junio del año pasado por Laurent Debailleul, jefe de proyecto del KERS, hasta verlo rodar en pista hace apenas una semana. Una muestra de la capacidad de reacción de una marca volcada con la más moderna tecnología eléctrica, en la que Twizy ocupa un lugar destacado dentro del plan de Zero Emisiones.
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