1. Comienza lo antes posible a cuidar la piel
Aunque por tu edad creas que todavía no lo necesitas, nunca es demasiado pronto para empezar a cuidarte. La piel comienza a envejecer a mediados de los veinte años, aunque los efectos no son visibles a esa edad. Además, los genes, hábitos diarios o el sol, pueden acelerar el proceso de envejecimiento, por lo que no hay que esperar mucho para recurrir a un especialista y que nos determine qué tipo de tratamiento necesita nuestra piel.
2. Utiliza un limpiador suave
elige una crema para piel seca o libre de aceite. Pero, si tienes la piel sensible, sobretodo, consulta a un dermatólogo cómo evitar irritaciones en la piel. Además, lavarse la cara con agua fría, ya que el agua caliente puede quitar la hidratación natural de la piel; y acariciar la cara al limpiarla, no frotarla, para evitar que se enrojezca.
3. Hidrata la cara
Utiliza crema hidratante todos los días para proteger y mejorar el aspecto de la piel Además, si tienes la piel seca, puede que tengas que usarla más de una vez al día.
4. Protege la piel del sol todos los días
Es necesario utilizar protector solar todos los días, incluso si está nublado, ya que los rayos de sol penetran a través de las nubes y siempre estamos expuestos. Una buena opción es utilizar una crema hidratante con factor solar, sino, buscar una con un alto SPF para proteger contra los rayos UVA y UVB.
5. Usa todos los productos que necesites
Puedes utilizar un producto encima de otro, eso sí, empieza por tener la piel limpia y poner crema en primer lugar. Por ejemplo, por la mañana se puede utilizar, crema hidratante, después protector solar y a continuación el maquillaje; y por la noche, el producto anti-envejecimiento y después la crema hidratante sin protección solar.
6. Exfolia la piel muerta
Es imprescindible exfoliar la piel para que brille. Se pueden eliminar las células muertas de la piel con una toallita suave o brocha. Si tienes la piel seca, exfóliate una vez por semana; si es grasa, hasta dos veces por semana; y si tienes acné o piel sensible, es mejor hablar con un especialista, ya que la exfoliación podría irritar aún más la piel.
7. Ten en cuenta la alimentación
Al igual que el resto del cuerpo, la piel también necesita una buena alimentación para mantenerse sana. Por ejemplo, alimentos con vitamina C o E protegen contra el daño solar; e incluso, alimentos con vitamina A o B3 pueden corregir el daño solar ya provocado en la piel.
8. Lo orgánico no siempre es lo mejor
Aunque esté de moda, no hay pruebas científicas de que los cosméticos orgánicos o totalmente naturales sean más seguros para la piel que el resto de productos. Y es que, en algunos casos, los ingredientes naturales también pueden provocar erupciones o reacciones alérgicas en algunas personas.
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