Una ristra de latas para los Reyes Magos en Algeciras (Cádiz)
¿Y si los Reyes Magos se saltan nuestra casa porque no la encuentran? Para evitar ese pequeño despiste nació el arrastre de latas de Algeciras, una tradición en la que participan miles de niños cada año. La mañana de la cabalgata de los Reyes Magos se los puede ver arrastrando hileras de latas por las calles para que quede constancia de que ellos están ahí y quieren sus regalos esa noche. De esa forma Sus Majestades de Oriente no tienen excusa. Por si a sus GPS les da por no funcionar.
El Zangarrón de Montamarta (Zamora)
En este pueblo de la comarca zamorana de la Tierra del Pan no rinden cuentas a Papá Noel ni a los Reyes Magos. O al menos, no sólo a ellos. El protagonista de sus fiestas es el Zangarrón, un personaje que se deja ver a primera hora de la mañana del día de Año Nuevo y también el día de Reyes, cuando pide el aguinaldo tridente en mano, persiguiendo a todos con los que se cruza y atrapando a los mozos solteros. Otra de sus tareas consiste en entrar en misa cuando esta termina, momento en que se sube al altar y pincha con su tridente dos hogazas de pan. Lo siguiente es correr por la plaza de Montamarta persiguiendo a niños y mayores.
Cambiar el traje de etiqueta por el disfraz (Pamplona, Coín, Lebrija, Huerta de Rey...)
Aunque para muchos lo habitual es vestirse de gala en fin de año, hay quienes optan por festejarlo de una forma más divertida: disfrazándose de lo que se les pase por la cabeza. Ocurre en lugares tan alejados entre sí como Pamplona (Navarra), Lebrija (Sevilla), Huerta de Rey (Burgos), Coín (Málaga) y muchos otros. ¿Qué tienen en común los vecinos de estas localidades? Para empezar, las ganas de pasárselo bien. El disfraz es el traje de fiesta por excelencia, y por eso parece una buena razón para sacarlo a la calle la noche del 31 de diciembre. A despedir el año con alegría.
Uvas y fiesta por partida doble en Bérchules y Lepe (Granada y Huelva)
En Bérchules un apagón impidió a los vecinos disfrutar de la Nochevieja de 1993. Fue entonces cuando a los negocios de hostelería se les ocurrió celebrar la fiesta seis meses más tarde para cubrir las pérdidas. Y así lo llevan haciendo desde entonces: es el único pueblo de España (seguramente del mundo) que celebra el fin de año en pleno agosto. La historia de Lepe comenzó hace ya 9 años, cuando unos cuantos vecinos decidieron ‘ensayar’ las campanadas saliendo un día antes con sus trajes de gala a la calle Real, brindando con champán y comiéndose las uvas. Desde entonces, es tradición: en Lepe celebran la Nochevieja dos veces, por si una sabía a poco. En realidad celebran el fin de año no con 24 sino con 27 horas de diferencia porque el ayuntamiento cita a sus vecinos a partir de las 21.00 en la plaza de España. Las bolsas de cotillón, la charanga y el resto de habituales de la Nochevieja no faltan ese día.
El duende enmascarado de Ponga (Asturias)
Un duende milenario aparece cada uno de enero acompañado de unos cuantos hombres a caballo en el concejo de Ponga. Lo llaman el Guirria, y se dedica a recorrer el concejo de Ponga vestido con un traje a cuadros, un capirote, un palo de avellano, careta blanca y barba negra. Mitad hombre mitad demonio, persigue a las chicas de la zona lanzándoles besos mientras tira cenizas a los chicos. Según marca la tradición, el Guirria se elige la noche anterior entre todos los chicos solteros de San Juan de Beleño. Una antigua tradición que sigue manteniéndose año tras año.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación