Pareja clásica
Si sois de los que no soléis salir mucho de los planes típicos, sois tranquilos, os gusta ir a pasear, al cine, a cenar algo o, como mucho, coger un avión y plantaros en alguna ciudad a hacer turismo, este plan se ajustará a la perfección a vosotros: una excursión a caballo.
¿Qué tiene de especial? Que es algo que podemos hacer todos sin ningún tipo de forma física, experiencia o habilidad. Simplemente con seguir los consejos y recomendaciones que da el instructor será más que suficiente para dejarse llevar y disfrutar de una experiencia casi mística en mitad de un entorno natural espectacular.
Es tan romántico como divertido y aunque seáis muy tranquilotes, disfrutaréis de la experiencia como niños pequeños.
Pareja aventurera
Si de vez en cuando os gusta probar cosas diferentes, tenéis ilusión por hacer planes originales, soléis hacer alguna escapada en la que siempre vaya alguna actividad en medio como un circuito de árboles, una ruta en bicicleta de montaña o un paseo en barco en los días de verano, puede que esta actividad os encaje: una ruta guiada en motos de nieve.
Aprovechando aún estamos en temporada posiblemente es buena idea que os embarquéis en algo tan emocionante como este plan, pues en él se aúnan naturaleza, aventura y adrenalina. Además las motos son biplaza, por lo que podéis ir juntos en ellas e incluso turnaros para manejarlas.
Es un plan diferente y una alternativa perfecta para un 14 de febrero menos típico.
Pareja ‘adrenalínica’
Ahí estáis vosotros, que os atrevéis con todo, que no hay obstáculo que se interponga en vuestro camino ni nada que os asuste, que lleváis la adrenalina metida en el cuerpo como vuestra auténtica seña de identidad. Vuestros amigos y familiares no os entienden pero vosotros sabéis que estáis en el camino correcto: estáis viviendo.
Para este caso en concreto no se me ocurre nada mejor que un salto de puenting en pareja. En algunos sitios podréis saltar a la vez pero en la mayoría tendrá que ser por turnos. Eso sí, se comparten muchas emociones a la vez: nerviosismo, respeto (por no llamarlo miedo), inquietud… Pero tranquilos, es una actividad 100% segura.
Pareja soñadora
Si sois de los que siempre estáis en las nubes, si tenéis en mente muchos deseos e ilusiones, si vuestro mejor plan es estar los dos tumbados en el césped de algún parque soñando despiertos y compartiendo esos sueños… entonces necesitáis un paseo en globo.
Con un vuelo como este se ve la vida de otro color, se sobrevuelan paisajes maravillosos, se aprende a tomar aire y verlo todo desde otra perspectiva totalmente distinta.
Tú y tu pareja podréis participar con el piloto en el inflado del globo y entender cómo funciona desde dentro. Normalmente van unas 6-8 personas en la cesta del aerostático, pero muchas veces se realizan vuelos en exclusiva para parejas, aunque suele ser un precio bastante más elevado.
Pareja ‘cultureta’
¿Sois de los que no para de leer, de curiosear, de saber qué pasó aquí y allá, de intentar entender por qué ocurrió esto y aquello, de investigar e intentar hacer vuestros propios descubrimientos? Si vuestros amigos piensan que sois una enciclopedia histórica andante entonces no podéis perderos una visita guiada.
Es un itinerario marcado por un guía de turismo que dirige al grupo por rincones de lo más variopintos y los combina con visitas a los típicos lugares a los que hay que ir sí o sí. Durante el transcurso de la actividad se cuentan todo tipo de historias, leyendas, misterios y anécdotas que envuelven cada rincón de la ciudad. En algunas empresas se personaliza al máximo la ruta, pudiendo realizarse de forma privada para dos personas.
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