1. Modern Tate, ampliación
La gran sensación de la temporada está siendo la Modern Tate. El nuevo edificio es obra de Herzog & De Meuron, el equipo de arquitectos holandeses que ya se encargó de la remodelación de la Central de energía de eléctrica de Bankside, convertido en su sede en el 2000, después de 4 años de reconstrucción. El edificio ha alojado hasta ahora una de las colecciones de arte contemporáneo más espectaculares del mundo. La Tate ha preferido centrarse en potenciar la sede principal, en lugar de crear sedes como ha hecho el Louvre o el Guggenheim. Los arquitectos son los responsables de la recuperación y transformación del edificio del Caixaforum de Madrid. El interior del nuevo edificio recuerda en su concepción espacial interna en torno a una escalera al edificio madrileño.
2. Mercado Spitafields
En tu primer viaje seguro que has ido a Candem Town y a Portobello, pero este mercado Spitafields situado entre Whitechapel, la galería de arte vanguardista, uno de esos lugares escondidos de Londres, y Liverpool Street. Se puede llegar desde una estación de metro u otra, aunque la sensación que se tiene es completamente diferente. El Old Spitafield Marketse monta sobre un edificio de 1887, siendo su origen un mercado de frutas y verduras de 1638. Además de puestos de moda con las últimas tendencias hay comida y artesanía. La mejor opción los sábados de 11 a 17:00.
3. Saint Martin in the Fields
La iglesia se encuentra en la esquina noreste de Trafalgar Square, junto a la National Gallery. Además de ser uno de esos templos británicos más famosos pues su estructura y diseño fue muy repetido en Estados Unidos, hoy guarda dos sorpresas: la posibilidad de escuchar música de cámara gracias al coro de la iglesia y a su cripta donde hoy se puede tomar un tentempié, y beber uno de los mejores Earl Grey Tea de Londres. Un espacio mágico, aunque hoy incluya un gran número de turistas, que tiene los miércoles de jazz en los que, además, se puede disfrutar de un gran concierto.
4. Serpentine Gallery en los jardínes de Kensington en Hyde Park
Ofrece un espacio para reposar tras un paseo por el parque. En verano su evento más destacado es el Summer Pavillion. Este año ha sido elegido el arquitecto danés Bjarke Ingels. La propuesta de BIG, el estudio de Ingels, ha sido crear una “muralla” descomprimida, una composición a base de opuestos: materiales opacos que son luminosos, un espacio cerrado que se hace diáfano. Este año además se han unido al proyecto cuatro casa de verano, cada una de la mano de un arquitecto diferente, el común denominador era inspirarse en el Templo de la Reina Carolina, una casa neoclásica construida en 1734, obra de William Kent. Convertida en una para guardeses del parque volvió a su forma original en 1976.
5. Saatchi Gallery
Creada por el publicista Charles Saatchi en 1985, para dar a conocer su colección de arte contemporáneo. Su ubicación actual se inauguró en octubre de 2008, en el Cuartel General del Duque de York en King’s Road, Chelsea, aunque antes estuvo ubicada en South Bank. El jardín de la entrada, así como algunas de sus obras de la colección son clásicos del arte contemporáneo. Si eres fan de los Rolling Stone es un ‘must’ y después de empaparte de arte lo mejor es tomarte un respiro en el restaurante de la galería. Durante todo el año la entrada es gratuita, excepto en los meses de verano que hay que pagar la entrada para ver la exposición, unas 20 libras. Un poco caro, pero merece la pena.
6. Cenar con vistas
Para cenar con vistas una de las mejores opciones es hacerlo en torno al Támesis. Viiernes o sábado en la Modern Tate el restaurante del museo abre hasta las 21:30, el resto de la semana abren hasta la 17:30. Si quieres ver la cúpula de Saint Paul’s puedes dcenar más cerca: el Madison y compartir una cena o una cerveza en la terraza. Una experiencia que al caer la noche te mostrará Londres 'by night'.
7. Vogue café
En el fin de semana, ya hemos comentado que disfrutar de los mercadillos es una buena forma de pasar la mañana, el de antigüedades de Portobello Road es un clásico. Para descansar del bullicio callejero y el desorden de sus puestos lo mejor es acercarse al centro comercial Westfield. Inaugurado con motivo de las Olimpiadas de 2012 cuenta, entre otros encantos, con el Vogue Café, un pop-up café (abierto del 27 de junio al 23 de septiembre). Se pueden degustar el Vogue 100 Champagne y Vogue 100 Punch, para celebrar el siglo de la revista.
8. Afternoon tea
Al afternoon tea es otro de esos rituales que debe completarse en Londres. Hay muchos sitios, algunos muy caros. El más tradicional es el de Fotnum & Mason en Saint James, con más de 300 años a sus espaldas, fue reinaugurado en 2013 por Isabel II, además de merendar sus sándwiches, 'scones', té y una gran variedad de tartas, se puede comprar en la tienda. Otra opción es el Soho Secret Tea Room, después de hacer compras por Oxford Street. Otro 'must' es el Lobby Bar del hotel One Aldwych, a partir de 39 libras. Y en los almacenes Liberty, en el segundo piso del edificio de Regent Street, te sentirás como las protagonistas de Dontown Abbey.
9. Sicilian Avenue
Muy cerca del British Museum se encuentra una de las calles con más encanto de Londres, por ser peatonal, por tener unas tiendas diferentes y por la arquitectura de la calle, que muy rimbombantemente se denomina Avenida. Además de poder disfrutar de comida italiana en el establecimiento de la cadena Spagetthi House, tras rematar una tarde de paseo, literatura y arte clásico también puedes tomarte un 'pinta' en el Holborn Whippet, el pub de la esquina de la calle.
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