Destinos

Cinco ‘salvavidas’ básicos para superar el verano en Madrid

¿El estío más ardiente que se recuerda y sin escapar de la capital? Puede que no sean las vacaciones soñadas, pero siempre quedarán algunos planes refrescantes para simular la escapada perfecta. Si agosto te mantiene irremediablemente atado al asfalto, habrá que tirar de la imaginación mientras el mercurio explota…

 Vaya, vaya… emular a la playa

Que para eso están los pantanos como el de El Burguillo o San Juan, o las frescas aguas de La Pedriza. Tampoco faltan chiringuitos ni tumbonas en lo más parecido a una playa urbana que existe en pleno centro de la ciudad: la ribera del Manzanares reconvertida en Madrid Río, con sus fuentes y recintos acuáticos donde darse un digno chapuzón con vistas al Palacio Real, la Catedral de la Almudena o los bosques de la Casa de Campo.

Nos vamos de safari

¿Por qué no pasar un día entre jirafas, rinocerontes y leones campando a sus anchas bajo un sol inclemente? Es lo que acontece en el Safari de Madrid, a pocos kilómetros de Aldea del Fresno. Vale que no es la sabana africana, pero en algo se le parece. Y si no, está también el Zoo, con su Acuario incluido, donde además de exóticos ejemplares, tienen lugar exhibiciones de delfines; o Faunia, con su jardín botánico, donde se organizan divertidos campamentos para los más pequeños.

Fiestas castizas

¿Echas de menos el aroma a algodón de azúcar, la vociferante tómbola y el baile al ritmo de orquesta? Pues no hace falta irte al pueblo porque en el centro de Madrid muy pronto arrancan unas fiestas de marcado sabor popular. Gallinejas y entresijos, concursos infantiles, campeonatos de mus, procesiones, rutas de tapas y gente, mucha gente, que en contra de lo que se cree, la ciudad no se queda vacía. San Cayetano (en Cascorro), San Lorenzo (en Lavapiés) y La Paloma (en La Latina) son las próximas citas castizas.

Ver y ser visto

Que no todo iba ser rollo cañí. En Madrid existen locales de moda para dar y tomar. Terrazas en las azoteas, bares con decoración tropical y clubs para la gente guapa donde no falta siquiera la arena de la playa. Desde las cenas con vistas al cielo de Tartan Roof (en el Círculo de Bellas Artes) o de los hoteles Urban y Room Mate; hasta el oasis de Le Cabrera (en la Casa de América) pasando por infinidad de rincones donde ver la caída del sol con el mejor ambiente. Y también donde prepararse para una fiesta incombustible. Porque de marcha nocturna, incluso en agosto, esta ciudad sabe bastante…

Darse a la cultura

Que es la gran especialidad de Madrid. Y esto implica, además, moverse bajo un gratificante aire acondicionado. Aprovecha para devorar los museos, tal vez ahora menos concurridos, ir al cine o asistir a una función teatral. También puedes elegir algún concierto de los Veranos de la Villa, donde siempre hay propuestas interesantes.

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